La primera media hora estuvo algo igualada. Con las fuerzas intactas, y con las defensas muy adelantadas, sobre todo la de la Juventus de Ciro Ferrara, el juego fue muy físico y no se podía apenas armar juego. Pese al ligero dominio del conjunto italiano, que se evidenciaba sobre todo cuando el balón estaba en los pies de Diego, la mejor ocasión le cayó a Dong-Won Han, que se plantó solo delante de Buffon y se le hizo la portería demasiado pequeña. Y cuando un equipo inferior perdona, el grande lo castiga.
Poco después, en diez minutos, Iaquinta aprovechó un pase de Camoranesi para poner por delante a los italiano en el marcador. Tras el descanso, Diego, el fichaje más renombrado de este año del Juventus, puso ya demasiada tierra de por medio muy pronto y ante la descomposición de los coreanos, sólo la mala puntería de David Trezeguet, que falló hasta tres goles cantados, impidió una goleada más contundente, que se redondeó no obstante con un último tanto de Legrottaglie.