No se lo pondrá nada sencillo Samuel Etoo a Joan Laporta y a sus intenciones de perderlo de vista. Con la sartén por el mango, el futbolista africano medita cómo sacar provecho a las intenciones culés de cambiarlo por Zlatan Ibrahimovic al Inter. De entrada, el futbolista está decidido a solicitar 15 millones de euros al conjunto lombardo en concepto de comisión por traspaso y descolgarse, ni más ni menos, que con 10 millones por año, convirtiéndolo en el futbolista mejor pagado del mundo. Lío al canto.

Pese a tener permiso por parte del Barcelona para presentarse el día 27 a los entrenamientos, el africano llegará a la capital catalana mañana, a lo largo del día. Pretende negociar a la cara de los ejecutivos del Barça y tener un encuentro con los responsables del Inter, que parecen gustosos de poder contar con él en sus filas; pese a todo, no hay una cita pactada. Las reuniones se prevén largas y complicadas: Etoo no quiere facilitar para nada el trabajo a Laporta y sus consejeros, consciente de que entre todos le han empujado a salir del Camp Nou un año antes de que concluya el contrato que firmó hace cuatro veranos.

Con calma.

No se sabe cómo estará Laporta, pero Etoo se siente realmente tranquilo estos días. Entiende que la situación le favorece y mucho: juega a su favor que tiene contrato con el Barça hasta el 30 de junio del año que viene y sabe que si desean deshacerse de sus servicios, él será el que decida dónde quiere ir. Fuentes cercanas al jugador expresaron ayer a AS la calma con la que emprenderán las negociaciones en los próximos días y, si no convence lo que ofrecen fuera, nadie le podrá negar al futbolista poder permanecer en el vestuario del Barcelona un año más.

Vienen días complicados para Laporta, Txiki Begiristain y su entramado para la próxima temporada. Pep Guardiola se pondrá el chándal y en su vestuario sólo habrá una cara nueva (la de Maxwell) y, o mucho cambian las cosas, o deberá seguir lidiando con la de su amigo Samuel Etoo.