El Bayern se topó ayer con un obstáculo inesperado en la guerra que mantiene para evitar a toda costa que Ribéry cumpla su deseo de cambiar Múnich por Madrid. La FIFPro (Federación Internacional de Asociaciones de Fútbolistas Profesionales) cazó en un renuncio al presidente de la entidad alemana, Karl-Heinz Rummenigge, y amenaza con denunciarles ante la Comisión Europea por intentar retener al extremo galo de forma ilegal.
"Rummenigge aseguró públicamente que los clubes pertenecientes a la ECA (Asociación Europea de Clubes), de la que es el presidente, han suscrito un pacto recíproco para obviar el artículo 17 del Reglamento FIFA sobre traspasos (la famosa 'sentencia Webster'). De esa forma, cuando Ribéry cumpla tres años en el Bayern no podría rescindir su contrato para irse a otro club y, según ese artículo, sí es posible hacerlo. Esta limitación a la circulación de jugadores es ilegal", anunció ayer el sindicato mundial de futbolistas en su página web. La FIFPro salió en defensa de los intereses de Ribéry y amenazó con denunciar al Bayern: "Vamos a solicitar la intervención de la Comisión Europea y a pedir a la FIFA que imponga el Reglamento".
Si el caso prospera para Ribéry, el francés cumpliría en 2010 tres años en el Bayern, por lo que podría irse el próximo verano por cinco millones de euros (su salario en su última temporada de contrato) más un prorrateo de las cuatro campañas que firmó en 2007. Un escenario nada halagüeño para el club alemán, que si pierde el pulso se verá obligado a vender ahora a su estrella si quiere sacar 'tajada', y sabe que el Madrid tiene reservados 55 millones para el galo.
Mientras tanto, la entidad de Concha Espina guarda silencio (también es miembro de la ECA como el Bayern) pero ve con buen ojos que Ribéry gane el caso: habrá dado un paso de gigante hacia el Bernabéu...