Estudiantes de La Plata se clasificó hoy para la final de la edición 50 de la Copa Libertadores, un logro que no conseguía desde 1971, al imponerse por 1-2 en el estadio Centenario al Nacional uruguayo.

Dos goles de Mauro Boselli a los 52 y 91 minutos sellaron a favor del equipo argentino una eliminatoria que comenzó con buen pie al imponerse en la ida por 1-0 en La Plata.

Estudiantes de La Plata, campeón de la Copa Libertadores en 1968, 1969 y 1970, conocerá mañana a su rival en la final, que será brasileño y saldrá del mano a mano entre el Gremio y el Cruzeiro.

Mauro Boselli, ex jugador del Boca Juniors, completó hoy siete goles en su cuenta personal y alcanzó en la cima de la clasificación de goleadores del torneo al paraguayo Jorge Núñez y al brasileño Rodrigo Teixeira, cuyos equipos, el Nacional asunceno y el Deportivo Cuenca, ya fueron eliminados.

El gol de Alexander Medina que dio el empate parcial a los uruguayos a los 75 minutos puso fin a un récord de 801 minutos sin encajar un gol del guardameta argentino Mariano Andújar.

También fue el primer gol recibido en la competición en lo que va de la ''era Alejandro Sabella'', el técnico de Estudiantes, que llegó el verano pasado.

La calma de los argentinos, que jugaron sin su estrella Juan Sebastián Verón, y el acierto de Mauro Boselli bastaron para desmontar a un Nacional que sólo se lanzó a por la eliminatoria cuando ya era demasiado tarde.

Estudiantes pasó así a la final del máximo torneo continental por primera vez en 28 años, cuando en la edición del torneo de 1971 se impuso en el encuentro de ida por 1-0 al hasta entonces invicto Nacional uruguayo.

En un marco espectacular, con las gradas rebosantes de seguidores uruguayos, ambos equipos se mostraron ofensivos y dispuestos a no dejar a cero el resultado.

El Centenario no acogió hoy a seguidores del ''Pincharrata''.

Esa energía se difuminó pronto y toda la primera parte fue un anodino ejercicio en el que Nacional dominó el balón pero no supo culminar sus ofensivas.

Estudiantes, por su parte, ya empezó a sembrar peligro de la mano de Boselli, que se aprovechó constantemente de los descuidos del defensor Sebastián Coates, muy nervioso.

Pronto, los de La Plata aprovecharon su mucha mayor tranquilidad y su ventaja en la eliminatoria para poner presión a los uruguayos, impacientes, que arrinconaban a Estudiantes pero no sabían concretar. Y cuanto más lanzado iba Nacional, un nuevo error de Coates dejó a Mauro Boselli sólo ante el arco local para anotar un tanto que silenció al Centenario.

Obligados a anotar tres goles, los uruguayos se arrojaron al ataque y desperdiciaron oportunidades según lanzaban balones sobre el área rival.

Roto el partido, y un tanto a la desesperada, los tricolores crearon más peligro en pocos minutos que durante toda la primera parte, mientras Estudiantes esperaba agazapado la oportunidad de sentenciar con algún contragolpe.

De este modo, Enzo Pérez pudo cerrar el encuentro a falta de media hora con una gran carrera y un disparo que salió rozando el palo.

Instantes después, la defensa argentina sacó la pelota de las botas de García cuando ya se gritaba el empate.

Luego un remate de Arismendi, bien atajado por Andújar, levantó los ánimos de la grada, que definitivamente volvió a entusiasmarse cuando Medina anotó el empate.

El partido entonces se convirtió en una ida y vuelta en el que la prácticamente inexistente defensa de Nacional ofrecía muchas opciones para Estudiantes, mientras que la delantera uruguaya parecía más cerca del gol que nunca.

Con el tiempo ya cumplido, apareció de nuevo Boselli para, con mucha sangre fría, pararse frente al arquero uruguayo y sentenciar la eliminatoria para los suyos.