Franck Ribéry sigue empeñado en jugar en el Real Madrid la próxima temporada. Pese a la estrategia del Bayern de endurecer las negociaciones ("Franck no se vende", dijo el pasado viernes Rummenigge en L'Equipe), la voluntad del extremo francés es firme: "Al Madrid o a ningún lado".

Y Ribéry ya está manos a la obra para conseguirlo. Según ha podido saber AS, el galo se despidió ayer de Ibiza (su lugar de vacaciones las últimas dos semanas) tras pasar un último día de sol y mar con su agente, Alain Migliaccio, al que este periódico localizó en el puerto ibicenco de Ben Foch (imagen de la derecha).

En ese último encuentro, el internacional francés volvió a ser firme en su idea de vestir de madridista el próximo curso y entre ambos perfilaron la estrategia para convencer al Bayern de que acepte los 55 millones que Florentino Pérez ya tiene reservados para la operación.

Reunión. Eso sí, el club bávaro no quiere ponérselo fácil. Ribéry dijo adiós ayer a la isla blanca, ya que el Bayern le ha llamado al orden para que esté en Múnich el próximo martes. En esa fecha se espera que tenga una reunión sobre su futuro con Rummenigge o Hoeness, ya que justo al día siguiente (1 de julio) arranca oficialmente la pretemporada del conjunto muniqués y el francés está citado junto al resto de la plantilla para pasar un reconocimiento médico.

El desenlace, antes del día 10

Aunque la postura del Bayern quiere ser férrea, lo cierto es que el tiempo juega en contra de los alemanes y a favor del Madrid. El Bayern tiene su primer amistoso de pretemporada el día 10 de julio en Salzburgo ante el Red Bull. Si el francés no juega, el club bávaro demostrará que su "no se vende" es un farol. Y Ribéry, por su parte, intentará no disputar minutos para no correr riesgos ante una posible lesión que truncase su llegada al Bernabéu. Un supuesto que también afectaría al Bayern a la hora de negociar con el Madrid el precio de su estrella...