Los armeros, ya descendidos, al menos saltaron al césped con mayor motivación que un visitante sin ambición, y su mayor empuje les permitió adelantarse pronto en el marcador, porque Codina acertó ante la portería de su ex equipo en una buena acción individual que culminó con un disparo que encontró la red tras pegar en el poste.

A partir de ahí el Nástic pasó a dominar el balón, pero sin demasiadas ideas, por lo que sus únicas aproximaciones fueron un disparo desviado de N''Gal y, sobre todo, un buen lanzamiento de Marinkovic que detuvo Xabi Iruretagoiena.

En la reanudación el cuadro de César Ferrando trató de apretar algo más, algo que sobre todo consiguió con la incorporación del veterano Moisés, que hubiera empatado en el minuto 67 de no ser por la excelente intervención del joven guardameta local.

El ariete visitante pareció objeto de penalti por parte de Iván Romero en el minuto 81, pero el colegiado riojano lo obvió y ahí se difuminaron las últimas expectativas del Nástic. Con el cuadro catalán lanzado al ataque el Eibar tuvo el segundo gol en las botas de Olaizola, con destacada parada de Pascual, y luego de Cases.

Gibanel, ya en tiempo de prolongación, no acertó a dirigir bien el balón hasta el marco del Eibar, que poco después al menos pudo terminar su periplo en la división de plata con una victoria sólo en parte reconfortante.