"Quería morirme en el momento después de bloquear ese balón", confesó Bernard Parker, que cree que ahora tiene que pensar en el próximo partido, el miércoles, cuando el combinado anfitrión necesita una victoria ante Nueva Zelanda si quiere tener alguna opción de alcanzar las semifinales del torneo.
"No puedo volver atrás, ahora tengo que centrarme en nuestro próximo partido, pero cuando el balón me dio y lo bloqueé, tan solo quería morirme ahí mismo, pero son cosas que ocurren, es fútbol", asumía tras el enfrentamiento entre Sudáfrica e Irak.