La primera ocasión clara llegó a los tres minutos y fue para el conjunto visitante, tras un pase en largo hacia la izquierda del área, donde entraba Dani Benítez, quien no acertó.

Parecía que los de Claudio querían dominar el esférico, llevando la iniciativa. El mismo Dani tuvo la segunda ocasión del partido, tras una buena jugada personal, enviando por encima de la meta de Pascual.

El Nàstic no se acercó hasta el cuarto de hora, con una internada de José Mari en el área y cuyo centro atajó sin problemas Jaime. Poco después el Elche dispuso de una nueva ocasión. Acciari remató de cabeza un centro desde la derecha de Saúl que salió lamiendo el larguero. Y un minuto más tarde, de nuevo Benítez lo intentó de falta directa, pero atajó Pascual. Por ocasiones creadas, el Elche merecía una mayor recompensa.

José Mari lo volvió a intentar poco después para los locales. Moisés dejó el balón muerto con el pecho para que el sevillano rematara a las manos de Jaime, que realizó una gran parada. En la siguiente llegó el primer gol de los locales. Víctor bajó con el pecho un balón largo y empalmó desde fuera del área un derechazo que se coló espectacularmente en la portería.

El Elche no se arrugó y Benítez, el mejor de los suyos en la primera mitad, pudo abrir la lata para los ilicitanos. Fue de nuevo tras un lanzamiento de falta que Xabi Pascual tuvo que despejar con los puños cuando parecía que iba dentro.

El extremo no paraba de poner en jaque a los locales constantemente, y una nueva internada por la izquierda estuvo a punto de acabar en el fondo de las mallas. Jordi Alba replicó para el Nàstic con una jugada individual en la que se fue de todos los jugadores que le salieron al paso, pero no supo concretar.

El Elche empezó la segunda mitad apretando y encerrando al Nàstic en su área. Los de Barragán generaron un par de llegadas que no pudieron ser culminadas. La entrada de Caprari le dio al equipo más presencia en ataque, algo que se notó en forma de ocasiones.

Aún así la ocasión más clara volvió a ser para los locales, con una nueva jugada de Casadesús, que dejó el balón muerto para que fusilara Moisés.

En esta ocasión, el recién incorporado Caballero atajó el peligro. Marinkovic tuvo la puntilla en sus botas cerca de la media hora, pero nuevamente Caballero estuvo acertado.

En el minuto 31 Víctor Casadesús puso la puntilla para los locales, tras una contra ejecutada por N'Gal que cedió al mallorquín y éste batió a placer al portero para firmar el 2-0.

El partido murió con la expulsión del local Medina, después deque éste clavara los tacos de una de sus botas en el pecho de Raúl Fuster.