El Real Zaragoza vivió hoy su tarde más mágica de la temporada tras derrotar al Córdoba por 3-1 y asegurarse matemáticamente su retorno a la Primera División a falta de una jornada para la conclusión del campeonato de Segunda División.

El estadio de La Romareda, que se había llenado por primera vez esta campaña para vivir en directo la vuelta a la máxima categoría, vivió otra de sus jornadas emotivas gracias a la tremenda superioridad de un conjunto maño que, a pesar de los nervios iniciales, superó de cabo a rabo a un equipo andaluz que llegó a la capital aragonesa con los deberes de la permanencia resueltos.

El Córdoba, en ningún momento dio la sensación de poner en apuros al propietario del terreno al que tampoco pudo frenar porque la ambición por el ascenso era un motor inagotable.

A pesar del calor sahariano que reinaba sobre Zaragoza, y desde el primer minuto de juego, el conjunto entrenado por "Marcelino" García Toral fue acumulando ocasiones de marcar hasta que la lógica decía que no se podía fallar más, circunstancia que llegó en el minuto 26 con un gran pase de Jorge López al goleador "Ewerthon" de Souza que este no desaprovechó.

Dos remates a los palos en los minutos 30 y 35 de Ewerthon y Francisco Pavón pudieron haber dejado la contienda cerrada, pero esta temporada la madera ha sido una constante para el Real Zaragoza, que ha llegado a estrellar 22 balones en ella.

Sin embargo, el fútbol fue justo con los propietarios del terreno y en el minuto 40 el argentino Leo Ponzio marcó el segundo, que desató el delirio de una grada que hasta entonces había estado empujando al equipo pero que se había mostrado comedida.

Tras el descanso, y por si quedaba alguna duda de que el partido tenía ya dueño, una gran jugada entre Gabriel Fernández "Gabi", el capitán Alberto Zapater y Javier Arizmendi hizo subir el marcador hasta 3-0 en el minuto 49.

La expulsión de Ewerthon en el minuto 54 no varió sustancialmente el partido, ya que la posible falta de tensión que hubiera podido experimentar el conjunto aragonés desapareció ante este hecho y aún tuvo alguna oportunidad para haber aumentado la cuenta goleadora, aunque fue su rival el que acortó distancias (3-1) de manera anecdótica en el minuto 85 por medio de "Guzmán" Casaseca.

Esto no impidió que la afición, que fue una fiesta todo este segundo periodo, siguiera festejando el triunfo y que explotara de júbilo con el pitido final del colegiado.