Suráfrica sueña con el tiqui-taca en la Confecup

España aterriza hoy en Johannesburgo tras diez horas largas de vuelo desde Azerbayán. Suráfrica espera con impaciencia el comienzo de la Confecup, el próximo domingo. El país entero cree en su selección, los Bafana-Bafana, y hasta el presidente Jacob Zuma se permite el lujo de aventurar que "Suráfrica hará historia y ganará la copa". Nelson Mandela ha anunciado que presenciará "en directo" muchos partidos de la Copa de las Confederaciones, también es optimista, pero como la mayoría de los surafricanos piensa que "ya es un triunfo traer un Mundial al continente africano por vez primera".

Las selecciones europeas que jugarán la Confecup, y también Brasil tienen como objetivo estratégico sumar adeptos entre los surafricanos, que en su mayoría simpatizan "con España porque es la que hace un fútbol más bonito", tal y como dijo a AS Johnny Radebe, primo del mítico Lucas Radebe.

El reto de Suráfrica es terminar a tiempo los estadios del Mundial, aprovechar el evento para crear trabajo y reducir los índices de delincuencia. Pero las estadísticas son terribles: en Suráfrica son asesinadas cincuenta personas al día, los robos son frecuentes y los asaltos mucho más. "Aprovecharemos los eventos para reducir las estadísticas, crearemos más de medio millón de puestos de trabajo y mejoraremos la sanidad", dice Zuma. A partir de 2011 los afectados de sida, una enfermedad que sigue creciendo en África, recibirán de forma gratuita los antirretrovirales.