Su llegada al Villarreal ha generado muchas expectativas y todas positivas...

Que haya tanta expectativa sobre mí es un reto. Me hace muchísima ilusión y que crean que les puedo ayudar representa una motivación muy especial para este nuevo proyecto.

Le ven como el técnico ideal para encarar esta próxima temporada...

El fútbol es, sobre todo ilusión y, si la gente la tiene, es muy bueno. Además, es una responsabilidad a la que espero responder de la mejor manera posible durante el tiempo que esté en el club, tanto con mi trabajo como con la imagen que ofrezca el equipo.

¿Sabe qué le exigirán acorde a esa ilusión generada?

Sí y lo entiendo perfectamente. Y por ese motivo decidí formar parte de este proyecto. La historia de los últimos años del club ya marca que hay mucha ambición. Sólo hay que ver que no ha dejado de crecer y que cada año las aspiraciones son siempre altas, lo que se ha traducido en unos resultados más que notables.

¿Y cuáles son esas aspiraciones que se marca como técnico del Villarreal?

Últimamente se ha estado luchando por llegar a la Champions, en la que ya han participado en dos ocasiones. Ésa debe ser la exigencia.

¿Cómo es posible que ponga a todos de acuerdo y digan que es tan buen técnico?

No se lo crea, lo que pasa es que engañamos mucho a la gente y se lo creen. Es verdad que en esto del fútbol casi todos somos buenos y yo tengo un carácter tranquilo, pero a su vez sé que la clave en esto es competir. Y para competir hay que tener mala leche, ya que hay un rival que te quiere ganar y tú debes ganarle a él. Se reduce a eso.

¿Se puede ganar un título?

Por lo menos tenemos que intentarlo y luchar por conseguirlo. La ilusión de la gente es pelear y conquistar un título. Pero es muy difícil.