Silvio Berlusconi dio ayer un paso al frente para intentar aplacar la ira de los tifosi milanistas ante la inminente marcha de Kaká al Real Madrid. El propietario de la entidad rossonera se dirigió a sus aficionados a través de Milanchannel, la televisión del club: "Es moralmente inaceptable para la familia que posee este equipo, en un momento de crisis económica mundial, tener un presupuesto de estas pérdidas (68 millones de euros). Los fans del Milán son ciudadanos italianos y ven lo que está sucediendo en el mundo".

Il Cavaliere reconoció además implícitamente que el Balón de Oro 2007 dejará el club al prometer a los tifosi que "reforzará al Milán con el dinero de Kaká". Eso sí, justificó las negociaciones para vender al brasileño en la necesidad de apretarse el cinturón: "En los próximos meses vamos a revisar los gastos del club. Hay zonas de exceso de gasto, pero no faltaremos a nuestra promesa de desplegar un equipo competitivo".

Exigencias.

Berlusconi también quiso cubrirse las espaldas aludiendo a las altas exigencias económicas del crack nacido en Brasilia: "Con esta oferta del Real Madrid, el Milán tendría que subirle el salario a Kaká y nos encontraríamos en la necesidad de tener que hacer lo mismo con otros miembros del equipo...".

Aun así, el patriarca de la sociedad lombarda se resistió a hablar de que la venta pudiese estar ya cerrada: "El lunes tendré una larga, larga, larga conversación telefónica con Kaká, porque antes no pude. Mientras tanto, hoy se reunirán los dirigentes de club para examinar la situación y decidir sobre él". ­