Demasiadas cosas en el aire para los pocos días que faltan. Antes del domingo se decide hacia dónde camina, y si lo va a hacer por su propio pie o con muletas, el Valencia. Y, a día de hoy, todo está embastado, pero nada cerrado. ¿Va a dimitir Soriano el viernes si no ha vendido las parcelas? ¿Le destituirán en el Consejo si no dimite? ¿Venderá Soriano las parcelas y será entonces él quien eche del Consejo a los que le hayan querido echar? ¿Quién será el nuevo presidente si Soriano dimite? ¿Cuál va a ser el nuevo Consejo? ¿Soler va a poner un Consejo nuevo sin Soriano o con él? ¿Va a aprobar la ampliación de capital como ha prometido? ¿Se va a atrever Javier Gómez a mantener en la Junta, contra el criterio de Soriano, que hay que hacer la ampliación aunque se vendan las parcelas?
Cada seis horas cambia el escenario porque las partes implicadas han llegado a un límite en el que si ellos (Soriano y Soler) no proporcionan al club ingreso de dinero real, no tienen más remedio que aceptar una decisión que les perjudica personalmente: la ampliación de capital. Y encima están sometidos a vigilancia pública porque uno ha arruinado al club y el otro hasta hoy no ha podido darle la solución que prometió antes de enero. Cuadrar el círculo es imposible. Aparentar públicamente que quieren el bien del Valencia y por ello aprueban la ampliación es directamente perjudicial para su bolsillo. Y se han metido en su trampa. Difícil salirse de ella sin montar un escándalo y abocar al club a una suspensión de pagos, que les haría irrespirable el día a día a ambos y, sobre todo, a Soler que es el que puede cargarse él solo la ampliación.
De momento, Soler no ha delegado sus acciones en Javier Gómez como quería Bancaja. Si Gómez las tuviera delegadas no habría duda de que la ampliación se aprobaría, pero Soler no ha querido. Las tiene un soldado suyo: Benjamin Muñoz. Así que el suspense continuará hasta que llegue la votación. AS pudo comprobar ayer de primera mano cómo uno de los consejeros de Soler argumentaba a este diario que "si no se venden las parcelas, a lo mejor no se aprueba la ampliación porque existen soluciones intermedias como vender jugadores, concurso de acreedores o que Bancaja se quede las parcelas en dación de pago por el valor de la deuda que tiene el club con el Banco (240 millones) y que luego se refinancie al club con otro nuevo préstamo". La realidad es que Soler está tensando la cuerda a ver si de algún sitio hay un milagro y le sacan de este charco y le cae algo de dinero por sus acciones. Los sueños, sueños son.
Con 92 kilos, sólo Villa o Silva
Las previsiones del club y su gestor actual es que si se lograra ampliar capital y se suscribieran los 92 millones, es casi seguro que el club sólo necesitaría vender a Villa o Silva; pero no a los dos. El problema es que la ampliación acabaría en octubre y el plazo de fichajes, el 31 de agosto. Si hay expectativas de buen ritmo de venta de acciones, el club se hará fuerte en las posibles ventas.
Elecciones a presidente y Consejo en la Junta
No se le da importancia, pero el domingo hay elecciones a la presidencia. Cualquier accionista puede presentar una lista de presidente y Consejo y ser votada por la Junta. Si Soriano vende las parcelas, propondrá un nuevo Consejo a su medida y contará con el apoyo de las acciones de Soler. La venta del suelo aliviaría a Soler devolviéndole los 38 millones que adelantó de su torre y Soriano obtendría una delegación de sus títulos por un tiempo y una opción de compra, si no lograra comprárselas.Si Soriano dimite, será Soler el que propondrá un nuevo Consejo y, con sus acciones, lo colocará, incluido al presidente que se preste a ser marioneta. ¿Quién será el elegido? ¿Quién se prestará? ¿Morera, Vicente Montesinos, Carlos Pascual? Es de suponer que ninguno querrá correr con ese 'honor'. ¿Y cuál será el papel de Javier Gómez? Si el Banco pilota el barco porque no se han vendido las parcelas y se ha aprobado la ampliación, Gómez seguirá teniendo un papel de mando y control total. Y se buscará una figura amable que ocupe la presidencia florero. Quizá no sea Fernando Gómez. Si Soriano manda, posiblemente Javier Gómez continúe pero los poderes los tendrá Soriano.
