La Prensa generalista italiana lo tiene claro: Berlusconi esperará a que pasen las elecciones europeas, el domingo, para reconocer y dar por definitiva la venta de Kaká al Real Madrid. El primer ministro italiano teme que una eventual venta del brasileño le reste votos a su partido, Pueblo de la Libertad, entre los tifosi milanistas, que son muchos en el país transalpino. Así que sería el lunes cuando diera luz verde al traspaso.

El propio Silvio Berlusconi ha reconocido en el programa 'Porta a Porta' de la RAI, que el próximo lunes hablará con Kaká: Hablaremos el lunes, creo, y ese día se sabrá la decisión que él ha tomado. Veremos". Después ha añadido: "Hablaremos cuando hayamos adoptado una decisión".

En cualquier caso, la marcha de Kaká no inquieta a Berlusconi: "Tenemos a Ronaldinho, que este año ha jugado poco, y a organizadores como Pirlo y Seedorf. Esperaba que volviera al club Gourcuff, pero él ha preferido seguir en el Burdeos. Recuerdo que yo no soy el presidente del Milan, pero sé más cosas que los aficionados porque cuando el club tiene deudas soy quien se ocupa de ello".

Lo que tiene claro Berlusconi es que siempre son los jugadores quienes deciden su futuro: "Quienes deciden su futuro siempre son los jugadores. Con Shevchenko también mantenía una excelente relación e incluso fui padrino de uno de sus hijos y me interesé por una operación a su padre. Pero cuando llegó la oferta del Chelsea yo hice lo que pude, pero al final decidió él".

La oposición, de hecho, ha convertido la venta del crack brasileño en un arma política. Bobo Craxi, líder del Los Socialistas Italianos y rossonero de cuna, se pronuncia así: "Sólo una mente poco lucida haría un negocio de este tipo, un desastre en términos económicos y de imagen. Esto es una gran decepción para todos los milanistas de buena fe, como yo".