La final se decidió en el tiempo añadido cuando el medio-centro del equipo del Ejército ruso, Yevgueni Aldonin, marcó el único gol del partido con un potente disparo raso desde fuera del área que hizo inútil la estirada del portero del Rubín.

El caso es que al Rubín se le puso todo de cara a los 13 minutos tras la expulsión del defensa Mamáev (CSKA), que derribó al argentino Domínguez al borde del área cuando éste se disponía a encarar al portero.

Tras la expulsión el Rubín dispuso del control de la pelota y de un buen manojo de ocasiones, pero fue incapaz de materializarlas, unas veces por la falta de puntería de sus jugadores y otras por la buena actuación del portero de la selección rusa, Akinféev.

Navas, que salió de titular, disfrutó en la segunda parte de una buena ocasión para marcar pero su cabezazo dentro del área grande salió desviado, al igual que el centrocampista ecuatoriano Novoa, uno de los más activos de su equipo.

Finalmente, cuando todos parecían conformarse con la prórroga, Aldonin sorprendió al guardameta del Rubín (m.92), que echó de menos a su capitán, Semak, jugador clave en el esquema del equipo tártaro y en la selección dirigida por Guus Hiddink.

El CSKA, campeón de la UEFA en 2005 y que ahora es entrenado por el brasileño Zico, ha ganado cinco de las últimas ocho copas disputadas.

El equipo del madrileño Navas, que fichó en marzo pasado por el Rubín procedente del Rácing de Santander, es actual líder del campeonato ruso.