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Liga BBVA | Getafe 1 - Numancia 0

Un Soldado de Primera

Marcó tras jugadón de Contra. Numancia desciende.

J. Damián González
Actualizado a
<b>GOL PARA LA ESPERANZA. </b>El balón entra en el marco de Juan Pablo tras el disparo de Soldado a pase del héroe Contra.
GOL PARA LA ESPERANZA. El balón entra en el marco de Juan Pablo tras el disparo de Soldado a pase del héroe Contra.martínez / sánchez / sevillano / andrés

Numancia resistió lo que pudo pero ya es equipo de Segunda, aún tendrá que dejarse las últimas gotas de sudor el Getafe en Santander, territorio comanche desde la última batalla copera aunque esa va a ser otra historia. Decidió ayer un jugadón espectacular de Contra, otra vez héroe azulón como en sus memorables noches contra el Bayern, que le regaló envuelto en papel de celofán el gol al ariete de Míchel. Oxígeno de Primera que habría bastado para sellar la salvación si Sporting y Osasuna no se hubiesen agarrado como náufragos a sus tablas de salvación en Valladolid y Barcelona. Terrorífica la jornada final que viene.

Los dos equipos se habían ido a Segunda juntitos y de la mano al descanso por sentencia aún no firme desde el Camp Nou y Zorrilla, y el que se supo poner mejor las pilas fue el Geta, que salió a por todas, asedio total a Numancia. Y ahí aparecieron tres nombres propios que conviene elevar al santoral como se merecen, Celestini, Belenguer y Contra, curiosamente tres de los ilustres veteranos que han mantenido los pilares de este equipo los últimos años pero que por unas causas o por otras no habían conectado con Víctor Muñoz. Mantuvo el suizo el equilibrio táctico todo el partido, salió Belenguer por el lesionado Mario tras el descanso y no sólo le dio más contundencia a la zaga sino que elevó la adrenalina del estadio con una escapada fulgurante por el ¡extremo derecho!, recortes y fintas como si del mismísimo Armando Ufarte se tratara hasta acabar en el suelo por falta del asombrado Barkero. Rugió el Coliseum y explotó cuando Contra se marcó un jugadón de época: corrió el rumano, regateó y le regaló el gol a Soldado. Un monumento que no iba a ser aún suficiente.

Aguantó de pie el Numancia con una agobiante presión que apagó los circuitos azulones, pero nunca bajaron el interruptor Granero y Manu, que acabaron hechos unos zorros de tanto correr, como Uche, machacado a faltas por Bravo y su colegas. Fue un partido viril, batalla a vida o muerte y que hasta los arreones de Belenguer y Contra salió tenso, impreciso, nervioso, pierna fuerte en los balones divididos, por ahí nadie se arrugó aunque fue justo y necesario que al final ganara el que más fútbol hizo.

Pudo matar aún más el partido el Getafe pero no estuvo fino Gavilán en un mano a mano que le ganó Juan Pablo cuando debió pasar el balón, falló Contra el penalti nuestro de cada día: no lo tiró a lo Panenka, pero se le fue al palo. Y es que estaba escrito en algún sitio que al Getafe le tocará sufrir este año hasta llegar a la orilla del Cantábrico. En Santander.