Forlán vale la Champions

Liga BBVA | Athletic 1 - Atlético de Madrid 4

Forlán vale la Champions

Forlán vale la Champions

El pichichi uruguayo firmó un 'hat-trick' decisivo en La Catedral. El Athletic se vació, pero Llorente no estuvo fino. El Atlético, a un punto de ser cuarto.

Forlán acreditó su clase en La Catedral y con su enésimo alarde de efectividad sentenció al Athletic en el tramo final y dejó a su equipo en las condiciones idóneas para participar el próximo año en la Liga de Campeones. La contundencia del marcador no refleja el desarrollo del choque, que marchó igualado hasta que el uruguayo se puso a la tarea. Una vez cargó su fusil, no hubo más que hablar.

El Athletic jugó un digno papel, se puso el buzo y creó muchos problemas a su rival. Incluso, después de un primer tiempo zanjado con tablas, gozó Llorente de suministro suficiente para marcar el desenlace el choque. No estuvo fino y luego, oscurecido Agüero, vino el turno de Forlán, al que nadie pudo poner freno. Su exhibición puso un inesperado colofón a una cita que no tuvo un dueño definido hasta la media hora final.

Ambos equipos ofrecieron un primer tiempo trepidante en cuanto a ritmo y alternativas. La intensidad invertida fue pareja. El aliciente de la Liga de Campeones que albergaban los colchoneros no bastó para desequilibrar la contienda. Los jugadores locales querían despedirse de su gente con un triunfo, a modo de agradecimiento por el apoyo recibido antes, durante y después de la final de Copa, y destilaron ardor en cada disputa.

Tanta concentración y genio depararon un fútbol sin excesiva fluidez y precisión. El Atlético tuvo más balón y a ratos parecía que el control era suyo, pero enfrente replicaban con cierta verticalidad, a menudo con envíos largos que se saltaban la zona ancha y obligaban a recular con celeridad.

No había demasiado tiempo para pensar, por mucho más que Orbaiz y Assunçao trataran de poner la pausa. Era un partido más bien desbocado, con pocas acciones ligadas, elaboradas. En tales circunstancias, la estrategia cobró aún mayor valor y dio pie a la mayoría de las situaciones de peligro.

Agüero dispuso de las dos más nítidas, ambas de cabeza. La primera nacida en un saque de banda sobre Forlán, cuyo centro remató el argentino algo forzado anticipándose a Amorebieta. Diez minutos después, el pase lo templó Pernía y Agüero no dirigió bien en boca de gol, se le marchó alto el intento.

Leo Franco paso por algún susto, si bien no necesitó intervenir porque ni Toquero, ni Javi Martínez ni Gurpegi consiguieron orientar correctamente sus remates, todos posibles por el toque de David López.

Otra historia.

Por encima de ocasiones, el meollo estuvo en la batalla sin cuartel desplegada en la zona comprendida entre las áreas. En definitiva, mandaron los sistemas de contención sobre el ingenio o la habilidad de los puntas. Hasta que emergió la figura de Llorente a la vuelta del descanso.

En sólo cinco minutos pisó cuatro veces área con peligro. Leo Franco le replicó de maravilla en las tres primeras y en la cuarta, con el portero vendido, el ariete malgastó la oportunidad de la noche, empalmó suave, sin convicción, fuera, el pase de la muerte de Toquero. Increíble.

Con el Atlético desajustado, Raúl García cortó de raíz la efervescencia que se vivía en la grada. Enganchó en la frontal una volea de zurda inapelable. La felicidad le duró poco al conjunto de Abel: ocho minutos tardó Etxeita en empatar, a la salida de un córner, el primer balón que tocaba Etxeberria.

Los goles dispararon aún más el partido y entonces, con más espacios, apareció Forlán. No había dispuesto de ningún balón en ventaja, pero un choque de los centrales bastó para que activase su gatillo.

El acierto espoleó al uruguayo, quien ni siquiera dio opción a la reacción local. Enseguida redondeó su faena con otra brillante acción y liquidó la contienda. Abel retiró a Agüero y reforzó su estructura con Perea, pasando Heitinga al centro del campo. Al Athletic ya no le quedaban fuerzas, sí en cambio a Forlán, que forzó un penaltito, por llamarlo de algún modo y se aseguró el Pichichi.

A la postre se impuso el más necesitado, pero no fue porque el Athletic le facilitase la labor, simplemente que Forlán pasó por Bilbao y pocos jugadores hay en el fútbol actual que establezcan las diferencias con tanta nitidez.