La aparición de Best y la primera Copa de Europa

Barcelona - Manchester United | La historia del club inglés

La aparición de Best y la primera Copa de Europa

La aparición de Best y la primera Copa de Europa

Con un Best diabólico en el equipo, Busby dedicó la primera Copa de Europa del United a los jugadores fallecidos en la tragedia de Múnich diez años antes.

Si el accidente de Múnich marcó un antes y un después en la historia del Manchester United, la llegada del gran George Best supuso un nuevo capítulo. Delgado, de aspecto incluso desnutrido, el chico de Belfast llegó a Old Trafford por expreso deseo del portero de la selección de Irlanda del Norte y del United, Harry Gregg. Regresó a Belfast tras una prueba, pero su padre insistió y por fin entró a formar parte de las divisiones inferiores del club. Era 1961 y la historia del United empezaba a cambiar de nuevo.

A pesar de ser protestante y verse obligado a ir a un colegio católico, el joven Best empezó a deleitar a todos. Además, justo ese año se había abolido el techo salarial para los futbolistas, lo que disparó aún más su cotización. En unos meses pasó de ganar las veinte libras semanales estipuladas al firmar un contrato de más de treinta mil al año, más una casa construida especialmente para él a las afueras de Manchester. En esa época George Best era ya una estrella que superó con creces los círculos habituales para los futbolistas. Best fue un fenómeno social, quizá la primera estrella de verdad en el mundo del fútbol. Y jugaba de maravilla, pero no era el único de un magnífico United. Bobby Charlton había sobrevivido al accidente y Matt Busby empezó con él a rearmar el equipo. Del emotivo partido ante el Sheffield Wednesday tras el accidente fueron desapareciendo jugadores.

Busby peinó el mercado, y también llegaron Dennis Law, John Connely y Nobby Stiles, un durísimo defensor hijo de un empleado de la funeraria que terminó siendo conocido como Drácula. En 1965 el rearme parecía concluido con un nuevo título de liga por mejor diferencia de goles con el Leeds, pero en realidad esperaba algo mucho más grande aún. La obra de Matt Busby seguía con otro título más en 1967 y la llegada de un gran portero como Alex Stepney y el volante zurdo David Sadler apuntaló el once inicial. La conquista de Europa estaba esperando.

Tras superar al Hibernian maltés, al Sarajevo, al Gornik polaco y al todopoderoso Real Madrid en semifinales en la final de Wembley esperaba el Benfica de Eusebio, que había causado sensación en el Mundial celebrado dos años antes en Inglaterra. El partido fue tremendo. Marcó Bobby Charlton, empató Graça y, casi en la última jugada, le sacó un balón de gol a Eusebio que hubiese cambiado la historia. Pero en la prórroga tres goles de Kidd, Best y Charlton le dieron la Copa de Europa por primera vez al fútbol inglés. Tenía que ser el Manchester United, que tocó la cima diez años después del accidente de Múnich.