Desde hace una semana, anuncios como éste llenan varias páginas y foros de internet, en los que compradores y vendedores ofertan para obtener un precio satisfactorio que les permita ir el día 27 a Roma y presenciar la final de la Liga de Campeones entre el Barcelona y el Manchester United. El precio de las entradas, sorteadas el 12 de mayo por el FC Barcelona entre sus socios, oscilaba entre los 70 y los 200 euros, mientras que en internet van de los 700 a los 1.300 dependiendo de la categoría de la localidad.

En el portal 'tengoentradas.com', el precio por los asientos de 'categoría 1' (asientos reservados y de tribuna) sobrepasan los 1.500 euros y llegan, en algunos casos, a los 8.200 euros por entrada. A las 12.508 entradas sorteadas por el club azulgrana entre sus socios, se suman las 10.000 entradas sorteadas por la UEFA en marzo, todas ellas con un chip electrónico que incluye los datos personales del titular de la entrada.

El club azulgrana permite que los socios premiados en el sorteo cedan su entrada a un socio o familiar, para lo que deben rellenar un formulario y entregarlo en la Oficina de Atención al Barcelonista, que modificará los datos recogidos en el chip. El hecho de que sólo los socios (o familiares de estos) puedan acceder a comprar entradas para la final ha provocado una auténtica avalancha de solicitudes de alta: el día antes del sorteo se habían registrado 23.000 inscripciones para solicitar el carné de socio y, en consecuencia, poder optar a una entrada.

Por otro lado, los socios premiados en el sorteo del 12 de mayo que durante estos días se han acercado a las taquillas del Camp Nou para recoger sus entradas, se encontraban en las inmediaciones del estadio numerosos carteles y papeletas de personas que se ofrecían para comprar o vender entradas. La inclusión del dispositivo electrónico responde a los intereses de la UEFA y de los clubes de fútbol por reforzar las medidas de seguridad y controlar la compraventa de entradas para, así, evitar altercados con seguidores violentos a quienes les está prohibida la entrada.

El último episodio de estas características tuvo lugar en el partido de vuelta de cuartos de final entre el Bayern Munich y el Barcelona, cuando una peña azulgrana de la Rioja vendió entradas a un grupo de 'Boixos Nois' que agredieron a un miembro de la seguridad del FC Barcelona en la ciudad alemana.Aun así, a juzgar por las docenas de anuncios publicados en internet, ni compradores ni vendedores parecen preocupados por las medidas de seguridad ni por el cambio de nombre del titular, y mucho menos por el precio que deban pagar por las entradas.