La fuga de Luis Figo sepultó a aquel Barça

Figo o Rivaldo? Cuando Florentino Pérez diseñaba su estrategia para llegar a la presidencia del Madrid, en el año 2000, se planteó esta disyuntiva en plan fichaje estrella. El Barça había ganado la Liga de 1999, Núñez se batía en retirada y mandaba Gaspart. Figo era el corazón de aquel equipo junto a su amigo Guardiola; su pérdida era más dolorosa que la de Rivaldo para el eterno rival. La llegada de Luis al Bernabéu provocó un seísmo doble: sepultó aquel Barça y lanzó al Real hacia la reconquista del campeonato nacional, la Novena Copa de Europa y el liderazgo del fútbol mundial.

En el Camp Nou encajaron fatal la fuga por la que recibieron 10.000 millones de pesetas, 60 en los euros de ahora. Un Gaspart enloquecido gastó 14.050 en cuatro futbolistas que no dejaron huella en el club: Marc Overmars (6.600) y Manu Petit (1.750) llegaron desde el Arsenal, Gerard López (3.600) desde el Valencia y Alfonso Pérez (2.100) desde el Betis. La vuelta del portugués provocó la noche del cochinillo, uno de los pasajes más vergonzosos de la historia azulgrana.

No resultó.

El Barça vagó errático durante cinco años, en los que no volvió a ganar un título y debió esperar a 2005 para lograr uno: la Liga. Gaspart se vio forzado a dimitir, Laporta ganó las elecciones que sucedieron a su marcha y las vitrinas del club sólo se reabrieron tras la llegada de Ronaldinho, cuya estrella se apagó muy pronto. El Madrid continuó 'galactizándose' y a Figo le siguieron Zidane, Ronaldo y Beckham. Nunca en la moderna historia de nuestro fútbol el barcelonismo se sintió tan inferior.

Pero la memoria es uno de sus mejores activos y no debe extrañar que la certeza de que Florentino volverá a presidir el Madrid le inquieta. Figo hoy es Messi y la última en Barcelona es que si no es este año, el próximo Pérez intentará su fichaje. Gaspart insiste en que "Florentino me arruinó la vida". Laporta toma nota y por eso está tan nervioso...