Un error en defensa de Ballesteros, que generó el primer gol del Salamanca, y la expulsión de éste en la segunda mitad, marcaron un partido en el que el Levante no expuso todo su potencial y esfuerzo que ha demostrado en anteriores enfrentamientos, además que se vio superado de salida por un Salamanca con más toque y ambición.

El Salamanca salió más enchufado y mejor ubicado sobre el terreno de juego, por lo que pronto se adueñó de la posesión del balón y el control del juego, aunque el dominio no lo tradujo en claras ocasiones de gol a pesar de las diagonales al área de Dañobeitia desde banda izquierda y la movilidad de Miku entre líneas.

Los jugadores salmantinos supieron combinar de forma más precisa en el centro del campo, pero cuando más parecía que el Levante presionaba e igualaba fuerzas, Ballesteros cometió un fallo garrafal y regaló un pase a Quique Martín en la frontal del área, quien le cedió el balón a Miku para empujarlo a la red.

El gol hizo acomodarse a los jugadores del Salamanca y el equipo entrenado por Luis García Plaza gozó de las mejores ocasiones para haber logrado la igualada, pero la falta de acierto en el último pase y en el remate de balones parados provocó rápidos contraataques del Salamanca. Tras el descanso, el centrocampista Sevilla aumentó la ventaja para el Salamanca con el segundo gol del partido, ya que el Levante volvió a salir de vestuarios más dormido que su rival y no dificultó apenas la faceta creadora del equipo castellano.

García Plaza tuvo que esforzarse por recomponer y reestructurar un centro del campo del Levante que desaparecía por momentos, pero en un acto de fe de Ballesteros por banda, el central sirvió el primer tanto del Levante a las botas de Rubén Suárez. Las posibilidades de remontada del Levante se desvanecieron cuando el propio Sergio Ballesteros dejó a su equipo con inferioridad numérica al ver una tarjeta roja directa por una agresión que el colegiado Bernabé García vio a Akinsola, recién entrado en el campo.

No obstante, el conjunto valenciano no dejó de intentarlo por bandas ante un Salamanca que se conformó con conservar la ventaja mínima y probar suerte al contraataque, lo que le sirvió para sacar los tres puntos del Ciutat de Valencia.