La primera parte resultó mala de solemnidad, con dos conjuntos a los que les costó hilvanar mucho la labor vertical, y, por consiguiente, crear situaciones de riesgo para los porteros. Los visitantes se acomodaron perfectamente en el terreno de juego, y se conformaron con mantener y tocar el balón a la espera de alguna ocasión propicia para adelantarse en el marcador.

Por su parte, el equipo local, prácticamente, no fue capaz de deshacerse de la presión azulgrana, y tuvo que recurrir a las acciones individuales para rematar a gol. Precisamente el delantero grancanario en las filas oscenses, Rubén Castro, puso a prueba en el minuto 14 a Santamaría, quien sacó la bola con los pies en última instancia.

Algo más tarde, Camacho se hizo un lío y no pasó bien a Roberto, quien estaba en franca posición para anotar; y el periodo se cerró con un disparo lejano de Nauzet Alemán -minuto 33- al travesaño, y con la censura de los espectadores a los amarillos. La calidad y el ritmo de juego subieron en el segundo tiempo, y se produjeron algunas jugadas de calidad, como las que terminaron en gol, en especial, la que empezó el local Saúl y concluyó Pablo Sánchez, para neutralizar la ventaja que había otorgado a su equipo Roberto tras un lanzamiento de córner.

El mayor empuje que ejerció el cuadro insular le concedió otras oportunidades claras de gol, como una volea desviada de Marcos Márquez o sendos remates de Rondón y Samuel, a los que replicó perfectamente el guardameta Eduardo.