Michel, el eterno incomprendido

LIGA BBVA | Getafe

Michel, el eterno incomprendido

Michel, el eterno incomprendido

Michel vivirá en Getafe su tercera experiencia como entrenador, después de su paso por el Rayo Vallecano y por el Real Madrid Castilla. Tendrá cinco partidos para salvar al equipo y demostrar la validez de sus teorías.

José Miguel González Martín del Campo, Michel, debuta en Primera División a los 46 años. La oportunidad se la da el Getafe y le llega 25 años después de su debut en la máxima categoría como jugador del Real Madrid. Ahora, su estreno en la elite es en el banquillo y en una aventura de alto riesgo que compartirá con su hijo Adrián, miembro de la primera plantilla del Getafe. Tiene cinco partidos para salvar al equipo del descenso y dar un nuevo impulso a su carrera como entrenador, que hasta ahora se limita a una temporada en Segunda B con el Rayo, con el que no se clasificó para los playoffs de ascenso a Segunda, y a otra en Segunda con el Real Madrid Castilla, con el que descendió a Segunda B.

Ángel Torres ha elegido al que fuera uno de los mejores interiores derechos de la historia reciente del fútbol español para sustituir a Víctor Muñoz, despedido en la mañana de este lunes. De esta forma, Torres consigue lo que no logró en el verano de 2004, cuando Michel rechazó la oferta para entrenar a un Getafe debutante en Primera. Quique Sánchez Flores llegó en su lugar y el Getafe sorprendió a todos en su estreno en la elite. Esa misma temporada, Michel sí aceptó hacerse cargo del Rayo Vallecano, con el que no logró cumplir el objetivo de ascender a Segunda.

Un año después, Michel regresó al Real Madrid de la mano del nuevo presidente del club, Ramón Calderón, quien le nombró director de la cantera y entrenador del Real Madrid Castilla. Tuvo Michel en sus manos una plantilla con futbolistas como Granero, Negredo, De la Red o Mata, una de las mejores generaciones que ha salido de la cantera madridista en los últimos años. Sin embargo, este grupo pagó su inexperiencia en la categoría y acabó descendiendo a Segunda B.

Con el descenso del filial, Michel abandonó el banquillo y se mantuvo como director de la cantera hasta que sus discrepancias con Calderón le impulsaron a presentar su dimisión en diciembre de 2008. Abandonó de esa forma la que ha sido su casa durante la mayor parte de su vida profesional.

La Quinta, Brasil y Corea del Sur

Miembro destacado de la 'Quinta del Buitre', Michel fue el último de esa brillante generación en dar el salto al primer equipo, en el que se mantuvo desde 1984 hasta 1996, cuando dejó el club para poner fin a su carrera en el Atlético Celaya mexicano, junto a su amigo Emilio Butragueño.

Fueron doce años en los que alternó galopadas y pases geniales desde la derecha con momentos de tensión y polémica, como cuando se marchó del cesped del Bernabéu en pleno partido porque el público le pitaba. En su brillante carrera siempre pareció en la obligación de demostrar más que los demás, siempre se le exigió más que a otros y se le perdonó menos. Por eso, quizá siempre se sintió un incomprendido.

Ganador de seis Ligas, dos Copas del Rey, cuatro Supercopas de España, dos Copas de la UEFA y una Copa de la Liga, Michel fue internacional absoluto en 66 ocasiones y vestido de rojo vivió sus momentos más excitantes en los Mundiales de México '86, con aquel gol fantasma contra Brasil, y de Italia '90, con su hat-trick frente a Corea del Sur.

Sin embargo, pese a este envidiable palmarés y a su indudable calidad, muchos prefieren recordarle sólo por sus 'tocamientos' a Valderrama en un partido contra el Valladolid en el Bernabéu. Una anécdota que no debe ocultar toda una carrera.