Hirvió La Rosaleda anoche, porque aunque el Málaga sólo sumó un puntito ante el Mallorca, su manera de morir en el área rival, al todo o nada, ha enganchado a la afición. Lo primero es el estilo. El punto de ayer descuelga un poquito al Málaga de la zona UEFA, pero con ese despliegue de fútbol es probable que sólo sea algo provisional. Y eso que lo tuvo en la mano el equipo de Tapia cuando Apoño marcó un gol de bandera, una volea llegando desde su zona que hubiese firmado el mismo Matthaus. Apoño, pretendido por media España, está acelerando su crecimiento espectacularmente. Su gol puso al Málaga por unos minutos en zona Champions, donde soñó dormir anoche, pero le duró poco la alegría porque si el Málaga tiene a Apoño, Manzano tiene una joya en Arango, un futbolista frío hasta el extremo y con unas condiciones privilegiadas. El Mallorca le debe mucho estos últimos años al fútbol de Arango, debilidad de Tapia desde hace años, que ayer le llevó por la calle de la amargura.

El venezolano le dio un punto básico a los baleares y le quitó dos al Málaga, que luchó por recuperarlos hasta el final y estuvo bien cerca. Duda, después de otra jugada magistral de Apoño, tuvo el 2-1. También Salva, que le puso picante al ataque del Málaga, que acabó jugando con cinco delanteros y lo hizo todo con sentido pero al que no le alcanzó con el liderazgo de Apoño. Los buitres ya sobrevuelan La Rosaleda. A ver cuánto dura en su barrio.

Manzano

"Los tres puntos tenían un interés muy especial y, por la parte que nos toca, hicimos un buen partido. Las oportunidades más claras fueron nuestras, pero no me voy descontento con el empate. Anulamos bien a Duda".

Tapia

"Aquí en casa no se nos pueden ir más puntos si queremos optar a la UEFA. Arriesgamos y al final salieron tablas. Conseguimos lo más difícil, adelantarnos, pero un golpe franco magistral de Arango empató el partido".