El Hércules sumó la sexta victoria consecutiva como local y se aferra a la lucha por el ascenso a Primera División ante un Girona (3-0) que le puso en serios apuros, al menos, hasta que el conjunto alicantino se adelantó en el marcador.

Tras unos compases iniciales en los que el Hércules quiso llevar el ritmo del encuentro, pero sin crear peligro sobre la meta del Girona, fue el conjunto catalán el que se hizo con el balón y el que tuvo el control del choque.

El cuadro gerundense se adueñó del centro del campo y superó a una medular alicantina en la que Farinós y Abel Aguilar no eran la máquina bien engrasada de otros compromisos.

El Hércules perdía el balón con facilidad y eso lo aprovechaba el Girona para, al contragolpe, coger descolocada a la defensa local. Así llegó la ocasión más clara de la primera mitad, cuando en el minuto 30 Jito dejó solo frente al meta local Unai Alba a Arnal, que remató mal, al cuerpo del cancerbero.

Tras el descanso, el choque mantuvo la misma tónica durante diez minutos, hasta que el técnico Juan Carlos Mandiá refrescó su equipo y dio entrada a Sendoa y Morán.

Los alicantinos, a base de casta, subieron su presión y empezaron a pisar más el área rival. Aunque fue en una jugada a balón parado como logró adelantarse en el tanteador. Sendoa botó una falta lejana que se acabó colando directamente en la meta de un Rafa Ponzo que se equivocó en su salida.

Ya con ventaja en el marcador, el Hércules se creció y encontró más espacios, lo que aprovechó para buscar la sentencia en el partido, que llegó tras el segundo tanto, obra de Rubén Navarro al aprovechar un rechace del meta Ponzo tras un centro de Morán.

Sendoa, ya en la recta final del choque, redondeó un valioso triunfo para el Hércules, que necesitaba ganar tras los triunfos de sus rivales directos por el ascenso a Primera el sábado.