La afición del Getafe está convencida de que en un año de sufrimientos mañana toca llevarse una gran alegría. Por eso está preparando con mimo y mucho entusiasmo el choque contra el líder. Los más jóvenes se están citando entre dos y tres horas antes en los aledaños del Coliseum para empezar a meter ruido y recibir a los equipos en su llegada al estadio. En el fondo sur se congregarán el mayor número de peñistas para desde allí arrastrar a todos los azulones y llevar en volandas al equipo en un encuentro de muchísima trascendencia. El espíritu del Eurogeta no sólo ha vuelto al vestuario como dijo Celestini, sino que también se palpa entre los seguidores.

Es posible que haya más de 2.000 culés en las gradas del Alfonso Pérez, lo que agrada entre los getafenses por aquello de la rivalidad: "Mejor, que vengan todos los que puedan que cada vez que hay desplazamiento masivo de una afición contraria se van con las orejas gachas", dice José, recordando las visitas del Racing en Copa, el Sporting este año o la Real y el Cádiz en otros cursos.

"De todas formas no se les va a oír mucho", dice un miembro de Getagenios, una de las peñas más bulliciosas del club. Algunos azulones apuestan por echar una mano al Madrid, a lo que otros responden que "el martes les tocará a los blancos recibir lo suyo".

Lo que todos recuerdan con igual entusiasmo es aquel 4-0 de hace dos años en las semifinales de la Copa y de cuyo espíritu desean contagiar la noche de mañana para que se repita el extraordinario rendimiento que el equipo ofreció entonces. Esta vez no habrá mensajes de la afición a los futbolistas ni globos de color azul como entonces, pero sí un gran ambiente, no demasiado habitual en el Coliseum, pero que cuando existe suele superar a los rivales. Es sólo un partido de Liga, pero los azulones se han concienciado de que su apoyo es fundamental para que Barça, Madrid y compañía vuelvan a sufrir por el Coliseum dentro de unos meses y todavía en Primera División.