El drama de Hillsborough cambió al fútbol inglés

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El drama de Hillsborough cambió al fútbol inglés

El drama de Hillsborough cambió al fútbol inglés

reuters

El informe Taylor provocó su modernización y la llegada del dinero

Hace veinte años (15 de abril de 1989), 96 personas dejaron sus hogares para ir a presenciar un partido de fútbol en Sheffield. Nunca regresaron a casa. Murieron asfixiados en una de las mayores tragedias deportivas que ha sufrido el Reino Unido. Lo ocurrido en aquella semifinal de Copa entre el Liverpool y el Nottingham Forest cambió para siempre el rostro del fútbol inglés, aunque, contrario a lo que se suele decir, no toda la transformación fue positiva. Muchas de las quejas del aficionado moderno (el poder del dinero, la falta de atmósfera en los estadios, la arrogante Liga de Fútbol) tienen su origen en las consecuencias de la tragedia, que no fue más que una crónica anunciada: lo raro fue que no hubiera ocurrido antes.

Los clubes ignoraron durante muchos años la necesidad de renovar los estadios y preferían hacinar al mayor número posible de aficionados para multiplicar las recaudaciones. Hillsborough no fue un Bradford (no hubo incendio) o un Heysel (no hubo peleas), sino la combinación de decisiones erróneas en el día, poca seguridad y el desprecio a la hinchada.

El informe Taylor, publicado tras la tragedia, no culpó del mismo a la falta de asientos, pero sí sugirió que el fútbol sería más seguro si solamente se pudiera ver sentado y todos los clubes aceptaron el cambio.

Curiosamente, en los últimos años se está intentando recuperar la idea de volver a quitar los asientos para intentar recuperar parte de la atmósfera perdida en las últimas décadas. El Everton ha diseñado su nuevo estadio con una tribuna para ver el fútbol de pie, como ocurre en muchos campos de Alemania y en las divisiones inferiores de la liga inglesa, donde nunca ocurre nada.

Pero, en realidad, el objetivo primordial del informe Taylor era otro: eliminar el hooliganismo. Por aquel entonces, el fútbol tenía un serio problema de imagen pero, tras la emotiva reacción al desastre de todas las capas sociales, quedó claro que era un deporte seguido y estimado no sólo por las clases trabajadoras. Había que democratizar el fútbol, ampliar la base que lo sostenía. Además, la Policía entendía que con asientos se podría identificar mejor a los violentos y los clubes creyeron que iban a atraer a otro tipo de cliente más influyente e igualmente leal. La televisión, Sky en este caso, se sintió atraída por todo ello y empezó poco a poco a invertir su dinero en el deporte rey. A partir de ahí se produjo el gran cambio y los clubes se hicieron más poderosos.