Usted ha marcado el gol 4.000 del Atlético en Liga por lo que ya forma parte de la historia rojiblanca...
Yo no sabía que había hecho el gol 4.000 del Atlético. Me enteré una vez que acabó el encuentro, ya dentro del vestuario. Para mí lo más importante era la victoria del equipo, pero es un honor inmenso que tu nombre figure en los libros de historia del club.
Fue un tanto muy especial, ya que además valió para sumar tres puntos vitales en la lucha por la Champions.
Más que pasar a la historia del Atlético, para mí lo fundamental es que conseguimos tres puntos imprescindibles para seguir metidos en esa lucha. Sé que con el gol 4.000 formo parte del museo del Atlético y es muy bonito. Además, hacía mucho tiempo que no marcaba por lo que también me viene bien desde ese punto de vista. En el Benfica también conseguí algunos goles históricos. Creo recordar que hice el último gol del antiguo Estadio de la Luz. Son recuerdos muy bonitos que siempre quedan en tu carrera y que después le podrás contar a tus hijos.
Además, después de haber vivido un drama personal este gol le sabrá aún mejor. ¿No es así?
La verdad es que todo lo que pasó me afectó, pero el deporte ayuda bastante a olvidar todo ese sufrimiento. Estoy muy agradecido a todos mis compañeros por el apoyo que me brindaron y también al presidente, Enrique Cerezo, que prácticamente me llamaba a diario para interesarse por mí y por toda mi familia. Poco a poco se irá pasando y hay que recuperar rápido la felicidad. Uno lo que quiere es entrenar y jugar para olvidar los problemas que se puedan tener. Tras el triunfo en A Coruña todos nos marchamos a casa contentos.
¿Qué explicación tiene para que en Riazor se viera un Atlético tan diferente al de los últimos dos partidos?
Es difícil de explicar. Los jugadores hemos estado hablando mucho entre nosotros durante la última semana. Lo mejor es que jugamos un buen y completo partido y nos hicimos con los tres puntos. Así se disipan las dudas.
De los ocho partidos que restan, cinco los juegan en el Calderón. ¿Otro motivo para ser optimistas o todo lo contrario?
En nuestro estadio nunca hemos tenido problemas, aunque llevamos dos o tres partidos que no han sido buenos. La afición siempre nos ha apoyado y el estadio siempre se llenó. Hay que ganar.
La actitud del equipo en Riazor sí fue la de un bloque que quiere meterse en la Champions...
Sabíamos que no podíamos fallar más. Podíamos errar en un partido, pero dos seguidos no es normal. Ante el Depor hicimos un fútbol muy serio durante 80 minutos, aunque al final sufrimos. Ahora hay que seguir preparándose bien porque ya no hay margen para el error. Tenemos que ganar todos los partidos.
El sábado visita el Calderón el Numancia, que necesita los puntos para salvarse y es históricamente un rival incómodo para el Atlético.
Repito que hay que prepararse bien. El Valencia y el Villarreal tienen que jugar contra Barcelona, Real Madrid y Sevilla. Todavía puede pasar cualquier cosa.
