"Londres es mi sexta ciudad: mi maleta es una noria"

Jordi

"Londres es mi sexta ciudad: mi maleta es una noria"

"Londres es mi sexta ciudad: mi maleta es una noria"

Jordi López (Cardedeu, Barcelona, 1981) juega en el Queens Park Rangers de la League championship inglesa, nuestra segunda A.

Llegó usted a Londres en febrero tras dejar el Mallorca. ¿Qué encontró?

Un club ilusionado en conseguir el ascenso a la Premier. En ilusión empatamos: yo llevaba mucho tiempo sin jugar, mi adiós al Mallorca no fue bueno y me siento como un debutante. Máxime porque llegué con el visto bueno del entrenador, el portugués Paulo Sousa. Y eso es media vida.

Campeón de Europa con Borussia Dortmund y Juventus, ex del Espanyol... ¿Pinta bien Sousa como técnico?

Muy bien. Triunfará, estoy seguro. Cuando le vea progresar acuérdese de esta charla nuestra. Sabe lo que quiere, tiene las ideas claras, es buen comunicador. Maneja bien el grupo, cualidad imprescindible en su oficio. Conmigo se ha portado de maravilla, me ayudó muchísimo al llegar, me dio confianza y me puso en el equipo... Más no puedo pedir.

¿Cómo juega el QPR?

Intenta hacerlo a la europea, es natural conociendo el pasado de Paulo como jugador. Somos menos directos que los clásicos equipos británicos aunque es cierto que la llegada de técnicos y jugadores de fuera de las islas están cambiando el modelo. Inglaterra ya no juega como lo hizo toda la vida. Es interesante vivir de cerca este cambio pues hoy por hoy son ellos los que dominan Europa.

¿Cómo se asciende a la Premier?

Automáticamente los dos primeros y del tercero al sexto juegan una promoción y sube el campeón. Lo cual supone que de la Premier se van los tres últimos clasificados. Nuestro objetivo es llegar a esas eliminatorias; acabar más arriba es difícil. Wolves y Birmingham están muy fuertes con 80 y 76 puntos respectivamente. Son los máximos favoritos para el ascenso.

Ustedes están en el puesto número diez de la clasificación, con 57 puntos.

Eso es. El Sheffield tercero con 75 y el Burnley, con 69, es el sexto clasificado ahora, el que cierra los puestos de acceso a la promoción. Nos separan doce puntos, una distancia seria, pero no definitiva.

¿Hay mucha diferencia entre la Championship y la máxima categoría?

En cuanto a organización, nada. El seguimiento de la gente, la infraestructura y demás son idénticas. Los campos se llenan igual, el nuestro no tiene nada que envidiar al del Liverpool un día de partido. Es lo que más me llamó la atención. Y lo que viajan los hinchas. En todas las ciudades hay zonas reservadas para ellos, saben que acompañarán a su equipo gane o pierda, esté el primero o el último. En Inglaterra, la afición sí es el jugador número doce...

¿Y la tele?

Sky Sport da dos partidos de nuestra Liga por semana y tres o cuatro de la Premier. Y todo el mundo sabe cuáles son.

¡Qué envidia!

Se televisa lo que se pactó en su día, es imposible que llegue otra cadena y pinche a su gusto. Es todo más serio. El calendario se conoce en verano; la gente puede programar sus viajes segura de que el 26 de abril a las tres de la tarde se jugarán tal y cual partidos, lo que agradece en primer lugar su bolsillo pues programan sus salidas con tiempo, buscan las mejores ofertas. En un país, además, sin grandes distancias; en coche lo normal son desplazamientos de un par de horas. Es el fútbol mejor pensado del mundo y así les luce de bien.

¿Qué tal su vida?

Mi primer impacto fue darme cuenta de que sabía menos inglés de lo que pensaba... sobre todo cuando hablan entre ellos. Me voy adaptando. Tomo clases por las tardes y me espabila que no hay más españoles en el equipo; si acaso puedo hablarlo con el míster. En el vestuario, lo más parecido son dos colegas italianos.

El dueño del club es Flavio Briatore. ¿Está involucrado en el día a día?

Muchísimo. Aparece a menudo entre semana, en los entrenamientos, y no se pierde un partido, en casa y fuera. Hemos hablado un par de veces y sí, le gusta el fútbol. Me supongo que ahora, iniciada ya la temporada en la Fórmula 1, vendrá menos. Pero que seguirá lo que pasa en el club, segurísimo.

¿Hablamos de un club elitista?

No, es un club de gente normal. La presencia de Briatore puede dar esa idea, pero en realidad hablamos de un club histórico y con muchísima gente detrás. En Londres hay trece equipos entre Premier y Championship, con un común denominador: la gran mayoría de sus hinchas son del barrio, del lugar donde nació el club. Puede ser más o menos exclusiva la zona, pero el grueso de la afición es popular.

El fútbol no entiende de clases.

Y menos en Inglaterra. Uno nace en Chelsea y es del Chelsea. Del equipo de su barrio, o de su calle: llevan los colores del club que conoces de niño. El fútbol forma parte de sus vidas, de su ocio: casi le diría que por encima de cualquier otra actividad. Nacen, conocen al club más próximo y lo siguen toda la vida. En las eliminatorias de Copa, el ambiente es espectacular. Un equipo de la Premier se juega la clasificación en el campo de uno de barrio, se puede imaginar cómo lo viven.

Usted ha sido emigrante desde que era un crío. ¿No le gustaría echar raíces por fin?

Empecé de muy niño, sí. Dejé Cardedeu, mi pueblo, y me instalé en Barcelona pues me fichó el Barça. Fue mi primer cambio, el más suave por la distancia. Con veinte años dejé el Barça por el Madrid y he vivido en Sevilla, Palma de Mallorca, Santander y otra vez Palma. No he jugado más de dos años en un mismo equipo. Habrá otros casos, pero frecuente no es.

¿Dónde tiene casa propia?

En Cardedeu, Sevilla, Mallorca y Madrid. Había que invertir, ¿eh? Ahora ya no se si es tan buen negocio... Londres es la sexta ciudad de mi vida, mi maleta es una noria. Desmontar una casa no es agradable, pero tampoco un problema para mí. Y bueno, uno no elige, le toca buscarse la vida y ahora estoy aquí. Eso sí: la experiencia en el extranjero se la aconsejo a cualquiera que me pregunta. Tengo contrato hasta el 30 de junio y me encantaría continuar. Veremos cómo acaba todo, si ascendemos o no...

¿Cómo fue dejar el Barça?

Acababa contrato y se presentaron Valdano y Ramón Martínez, hoy en el Celta. Me apeteció el cambio, debuté en Champions, jugué en la Liga... Si llega a continuar Carlos Queiroz en el equipo hubiese seguido yo también, siempre confió en mí. Pero se fue y todo cambió. De pronto, aquello de los zidanes y pavones saltó por los aires y me llamó Monchi para el Sevilla.

No fue mal cambio.

No, allí fui campeón de la UEFA, lo mejor que he vivido en mi vida. Hablo del Sevilla de Joaquín Caparrós, un equipo que empezaba a ser fantástico y lo prueba que el Betis nos apartó de la Champions en el último momento. Al año siguiente llegó Juande Ramos y cayó otra UEFA...

¿Ve a Juande capacitado para liderar el Madrid que viene?

Sí, pues se trata de un técnico muy capacitado. Claro que nuestra manera de entender el fútbol es tan peculiar...

Comparada con Inglaterra, claro.

Sí. Me da la impresión que nuestro fútbol va a experimentar un cambio muy profundo y espero que para bien. Mucho de lo que pasa en España no es serio, esos casos de clubes que no pagan a sus jugadores por ejemplo. En Inglaterra el control es total; lo que firmas va a misa. Nuestra cultura pasa por proyectos a corto plazo. A un presidente le preocupa lo que pueda en su mandato, lo que venga después le interesa poco. Aquí miran a largo plazo. Su cultura es que todo debe funcionar bien... siempre. Se trata de hacer club en la ciudad deportiva, en las comidas, en los entrenamientos, en los viajes. La imagen del club está por encima de todo, es raro ver a un club inglés dando de qué hablar para mal.

¿Hay algún jugador importante en la Championship?

Con nosotros está Adel Taarabt, cedido por el Tottenham. Tiene buena pinta. Estuvo cerca de venir Giovani, el mexicano del Barça, pero acabó en el Ipswich, que está con un punto menos que nosotros.

¿Se apaga su estrella?

Hay que esperar y no se confundan: aquí lo que un entrenador no tolera es tener un jugador parado. Como el mercado está siempre abierto, si entiende que uno no va a jugar en su club lo cede con la seguridad de que el año próximo será mejor porque habrá competido. Es otra mentalidad. Como el trabajo con la cantera.

Explíquese.

La cantera es lo mejor que puede tener un club, su seña de identidad, la gente que más te va a dar y en cualquier situación. Si la trabajas bien salen Casillas, Raúl, Guti... O los del Barça. Nadie les va a dar más que ellos.

Estábamos en su agitada vida. ¿Qué le dejaron Santander y Mallorca?

En el Racing el año fue bueno, llegamos a la UEFA por primera vez en la historia del club. Trabajamos muy bien con Marcelino, al que me alegra ver que va ganando con el Zaragoza. Esa Segunda nuestra es complicadísima, pero seguro que conseguirá el ascenso. El año pasado me lesioné, fue lo peor de mi vida. Y en Palma viví de todo, desde luego que también un mal final. Pero de todo aprende uno... No me gusta recordar lo bueno, trato de olvidarlo.

No es mala receta.