¡Qué goleada tan bávara!

Liga de Campeones | Barcelona 4 - Bayern 0

¡Qué goleada tan bávara!

¡Qué goleada tan bávara!

El Barça asusta y destroza al Bayern en 34'. Etoo Henry y Messi (2), goleadores. Ribéry, impotente y su equipo, una banda. Lahm, lesionado, no jugó

Si el fútbol fuera justo y las estrictas instituciones que rigen por su funcionamiento tuvieran humor, hoy mismo anunciarían la finalización del campeonato, cogerían un vuelo desde Nyon destino a Barcelona y le entregarían la orejuda al capitán Carles Puyol para que la alzara y celebrara el triunfo junto con la embobada afición azulgrana. Posiblemente decir que los culés son una máquina sería quedarse pequeño. Es la perfección, con un juego impecable, un estilo magnífico, una definición excelente, un ritmo estupendo, una tripleta atacante insuperable, un bloque completo y una defensa correcta. ¿Qué más se puede pedir? Posiblemente nada. O sí, que a este estilo traten de agarrarse los que van de grandes por Europa, pero que en el fondo viven del escudo y del color de su camiseta; de una historia, que es eso, historia, algo pasado, pero nada más. El Barça es moderno y a Pep Guardiola se le debe felicitar por su apuesta, por sus intenciones y, cómo no, por los resultados que está cosechando.

Vio el técnico catalán tres cuatrtas partes del partido desde la grada. El policía (su profesión) Howard Webb se comió un claro penalti sobre Leo Messi, decisión que excitó a Guardiola que se quejó abiertamente. "Is penal", espetaba con cara de disgustado al asistente. Y eso que para entonces su equipo ya vencía por 2-0. El Pulga y Samuel Etoo ya habían superado a Hans Butt, inesperado invitado a la fiesta. Todo indicaba que sería el joven Michael Rensing el titular, pero la presión de los cracks alemanes sobre su entrenador, Jürgen Klinsmann, hizo mella y optó por el cambio. Butt, además de la goleada, se fue al descanso con la cara grapada: Henry no pudo evitar un contacto con sus botas y le partió el rostro. Pero hubo más.

Después de un receso de 13 minutos en los que no sucedió nada, los chicos de Guardiola decidieron cerrar la eliminatoria; en el 37' Messi aprovechaba una asistencia de Henry en la frontal del área chica. La jugada nació tras un magnífico ejercicio de recuperación de Márquez, que de manera tranquila le levantó la contra a Altintop (abroncado por Klinsmann y relevado tras el descanso), y les dio la bola a los de arriba, para que completaran el trabajo. Luego, un minuto antes del descanso, fue el francés que el se unió a la fiesta, tras asistencia de Mark van Bommel, que aprovechó para golpear el rostro de Messi.

Ribéry. Sólo se le vio en una acción en la primera parte, en la que se fue de Alves y Márquez, pero a su centro no llegó Schweinsteiger; luego, en la segunda, cuando se aburría ante el monólogo azulgrana, volvió a intentarlo, pero de manera estéril. Tenían ganas los culés de verlo en acción, pero como Cristiano Ronaldo o Benzema, fracasó en su paso por Barcelona. Al final, con la boca tapada, se fue rajando de lo vivido. Más o menos como Philipp Lahm, que se resintió y se quedó en el banquillo, viendo cómo caían uno tras otro los goles culés.

Total y resumiendo, que el Barça maravilló, cosió el fútbol y deleitó a los barcelonistas y posiblemente a los que dicen que son amantes del fútbol. La semana que viene, más. Más que otro gran eurochorreo, fue una goleada bávara. ¡Inmenso!

El detalle: Toni y oddo, con brazaletes

Luca Toni y Massimo Oddo, los dos italianos del Bayern de Múnich, jugaron con un brazalete negro en memoria a los más de 240 fallecidos por el terremoto de L'Aquila. En este sentido, Joan Laporta ofreció a su equipo para jugar un partido benéfico ante el Milán en San Siro.