No estoy loco, nos salvaremos". Iván de la Peña habló como capitán, centrocampista, eje de todos los ejes y amante de su profesión y enamorado del sentimiento en blanquiazul. El cántabro, siempre mesurado, no dice "nunca" nada que no piense, así que se le debe creer a ciegas. Ahí va Lo Pelat, todo suyo: "Creo en el equipo, en el trabajo enorme que está haciendo. De lo contrario no diría esto. Le creo por la manera de entrenar, de jugar. Estoy convencido de que nos vamos a salvar. Me lo dicen la cabeza y el corazón".

Iván, tímido como es, compareció ante unos periodistas tan ávidos como él de encontrar un hilo de esperanza. "Aquí nos jugamos todos mucho, equipo, club, afición, periodistas... Estamos todos en un mismo barco". Así que, ante tal afirmación, el propio De la Peña se exige el máximo: "Hay que morir hasta el final y si al final no lo logramos, pues que al menos lo hayamos dejado todo". Ni esa vacilación le perturbó. Más madera: "Los jóvenes lo están dando todo. No tenemos ni una queja de ninguna de los 25 profesionales de la plantilla. Quedan diez partidos para demostrar que en las últimas semanas se ha visto a un gran Espanyol. Pero nos faltan victorias, así que lo primero que habrá que hacer es lograr la primera, luego la segunda...". ¿Cómo? "Necesitamos el espíritu y el coraje del día del Mallorca".

La afición.

Pues a la gente le pide que "siga igual", como lo ha hecho hasta el día de hoy: incondicionalmente. "Haría muchas promesas si supiera que nos vamos a mantener en Primera". Ahí está servido este reto, también indudablemente, "el más importante para todos nosotros". El Espanyol es último pero "yo de los demás no estaría tranquilo porque tenemos argumentos para vencer a cualquiera si estamos al cien por cien". Palabra de capitán.