Ramón Calderón volvió a sentarse en el palco del Bernabéu, aunque esta vez en la cuarta fila. El ex presidente del Madrid acudió como miembro de la FEF en su nuevo acometido, organizar los actos del centenario que este año cumple el máximo organismo del fútbol en nuestro país. Allí se topó con su sucesor en el cargo, Vicente Boluda, y con otra serie de personalidades entre las que destacaron los Príncipes de Asturias, fieles seguidores de la Selección ya desde antes de la Eurocopa de Austria y Suiza. Tampoco se lo perdieron De la Red, Cesc, Luis Suárez, Miera y Juan Santisteban. Todos ellos vibraron con el excelente ambiente que se vivió en el Bernabéu, que apoyó a la Roja como siempre.

La fiesta comenzó desde muy pronto puesto que la carpa que la Federación había instalado en los aledaños del Bernabéu registró un excelente clima a favor del equipo nacional. Muchos fueron los aficionados que, con entrada o sin ella, dedicaron parte del día a las actividades que ofrecía la carpa. Ese carácter festivo se trasladó al campo según se fue acercando el inicio del partido. Desde media hora antes se podían escuchar los cánticos de la afición española y estos no cesaron en ningún momento, pese a que los 2.000 hinchas turcos desplazados hasta Madrid tampoco se escondieron, siempre ataviados con camisetas y banderas y al grito de Turkiye. Las banderas españolas, sin embargo, ondearon con más fuerza hasta convertir el Bernabéu en un escenario idóneo para apoyar a su equipo.