El Rayo Vallecano hoy tenía que ganar y salió volcado hacia la meta contraria, aunque eso tiene consecuencias y hoy eso significó muchos huecos atrás, lo que con un jugador experimentado y de mucha calidad enfrente como José Mari es peligroso.

No tardó mucho en disponer de las primeras ocasiones, con lo que el gol local era cuestión de tiempo, sólo tardó una decena de minutos. Collantes, jugador rápido y de gran oportunidad no tenía mejor manera de demostrar sus dotes a Pepe Mel que con una galopada por la banda derecha, tras robo de Albiol, para, solo ante Rubén Pérez, anotar el primero.

El Rayo estaba crecido, o lo que es lo mismo adelantado. Dejó huecos atrás, y ahí José Mari hizo lo que quiso, una jugada suya a la derecha del área terminó con un centro al punto de penalti para que Casadesús rematara de cabeza. Sólo habían pasado cuatro minutos y había que volver a empezar.

El dominio local se vio recompensado en el minuto 32, cuando Collantes de nuevo se rehacía en el área, en una segunda jugada tras saque de córner para deshacerse de sus marcadores y sólo ante el meta batirlo por bajo. Pachón y las ansias de gol de todo delantero le hacía empujar el balón sobre la línea y ''robar'' la autoría.

Pero el Nastic, sabía que podía sacar oro hoy, respondía seis minutos después con un tanto de Jordi Alba tras tocar José Mari en el centro del campo a Casadesus y éste dejar al extremo para que batiera de nuevo al portero menos goleado de la Segunda División.

En la segunda mitad, el Rayo continuó con sus bazas, posesión de balón, mucha presión cuando no la tenía y efectividad de cara a la meta contraria. Al poco del reinicio, Piti se reencontraba con el gol muchos encuentros después tras recoger un balón en un córner puesto por Albiol, se la colocó y la puso en la escuadra larga en lo que fue un golazo. Seguro que le mereció la pena la espera.

Pero al igual que en las dos ocasiones anteriores, el tanto en contra fue un pellizco al Nastic que con el marcador en contra se creció, se hizo con el control y puso a Cobeño como objetivo de sus miras, pero a la tercera fue la vencida para los locales.

En esta ocasión, el Rayo sí supo mantener el marcador a favor. Sufrió mucho, hubiera sido más fácil buscar el cuarto, pero mantuvo su portería a salvo con lo que los puntos se quedaban en casa.

Los cambios sirvieron para oxigenar el medio campo y la zona atacante por parte de ambos equipos, pero aunque el Nastic rondó, y mucho, el área local, sólo José Mari dispuso de una ocasión clara para anotar.

Tan sólo una tangana con el tiempo añadido terminó con un rosario de amonestaciones, una doble para Moisés y una roja para Pepe Mel que hoy celebraba ante su público su renovación por una temporada más.