Final de Copa anticipada en el Camp Nou. Los dos finalistas del torneo copero medían sus fuerzas en un partido al que los dos conjuntos llegaban en muy diferente estado de forma. El Barcelona sumaba cinco partidos consecutivos sin conocer la victoria, mientras que el Athletic llegaba eufórico por su reciente clasificación para la final copera ante el Sevilla. Los de Caparrós eran conscientes de la entidad del rival de esta jornada y de la próxima, el Real Madrid, y no querían encontrarse con los fantasmas de la zona baja de la tabla de los últimos años. Los leones estaban dispuestos a salir a por los tres puntos, los mismos que ansiaba el Barcelona para no sentir aún más cerca el aliento del Real Madrid. En los locales destacaba la ausencia de Dani Alves, sancionado. Ocio, David López y Ion Vélez se quedaron en Bilbao por lesión.
Las intenciones de ambos conjuntos quedaron claras desde los primeros minutos del partido. El Athletic, con las líneas muy juntas y replegado atrás, entregó la posesión del balón al Barcelona. Los jugadores azulgranas quedaban atrapados en la tela de araña tejida por Caparrós alrededor de Iraizoz cada vez que intentaban acercarse al área rival. Los rojiblancos intentaban imprimir más lentitud al juego cuando tenían el balón en sus pies para paliar la salida en tromba blaugrana y poder hacer su fútbol. Poco a poco lo consiguieron. Las cortas posesiones visitantes dieron paso a jugadas más elaboradas y mayor posesión del balón, llegando incluso a tocar a placer en la medular ante la falta de presión de los jugadores locales.
La primera oportunidad clara del encuentro fue para los bilbainos. Susaeta, con un excelente pase, habilitó a Yeste que, sólo ante Valdés, mandó la pelota fuera de forma inexplicable. Conocido es el dicho futbolístico que dice que el equipo que perdona lo acaba pagando, y en esta ocasión tuvo un efecto instantáneo. En la siguiente jugada Busquets remató un saque de falta de Xavi desde banda izquierda para lograr adelantar a su equipo. Del posible 0-1 se pasó al 1-0 en tan sólo 30 segundos. El gol paralizó al conjunto visitante durante algunos minutos que aprovechó el equipo catalán para intentar sentenciar el encuentro sin éxito.
Justo a la media hora de partido Undiano Mallenco señaló un dudoso penalti de Gurpegui sobre Iniesta que sirvió a Messi para aumentar la diferencia en el marcador. Pero en esta ocasión el tanto no afectó tanto a los de Caparrós, que se soltaron y comenzaron a acercarse con peligro al área de Valdés. Javi Martínez dispuso de una buena ocasión para recortar distancias pero su remate de cabeza se fue por encima del larguero. A pesar de ir por detrás en el marcador, el Athletic seguía entero y no ofrecía síntomas de haber renunciado al partido.
Se llegó al descanso con un marcador demasiado abultado para los méritos contraídos por uno y otro equipo sobre el césped durante la primera mitad. Dos errores de Gurpegui, uno de marcaje en el primer gol y el otro tras caer en la trampa tendida por Iniesta en el penalti que él mismo buscó, dejaban a los de San Mamés en una situación muy complicada para el segundo acto.
La Copa pasa factura
El partido se reanudó con un Athletic, en teoría, más ofensivo. Caparrós retiró a Javi Martínez para dar entrada a Toquero, retrasando a Yeste para que acompañara a Orbaiz en la medular. En la primera jugada de ataque Iniesta estrelló el esférico en el palo derecho de la portería de Iraizoz con un potente disparo desde la media luna del área. Acto seguido, Iraizoz e Iraola se pusieron el traje de héroes para evitar la sentencia del partido. Hasta en seis ocasiones en tan sólo tres minutos evitaron bajo palos el tercer gol de los de Guardiola. La cosa pintaba bien para los locales y mal para los visitantes.
El cansancio comenzó a pasar factura a los jugadores vascos. A la sustitución de Javi Martínez por Toquero le siguió la de Llorente por Garmendia. Sin renunciar al ataque, Caparrós retiró del campo a dos de los hombres que componen la columna vertebral de su equipo, perdiendo la llegada del centrocampista y la efectividad del delantero en los balones por alto.
Etoo, protagonista principal del carrusel de oportunidades locales en el inicio de la segunda mitad, acabó desesperado al ver como un nuevo disparo suyo reventó el larguero de Iraizoz. Mientras tanto, al Athletic le costaba, cada vez más, aproximarse al área rival. El equipo vizcaíno fue perdiendo poco a poco su mordiente en ataque y acabó centrando todos sus esfuerzo en no recibir el tercero.
Al igual que en la primera mitad el Athletic no mereció irse a los vestuarios con un 2-0 en contra, en la segunda no mereció acabar el encuentro perdiendo por tan sólo dos goles. El Barcelona pudo endosar una goleada de escándalo a su rival. La falta de puntería y un inmenso Iraizoz evitaron la lluvia de goles en el Camp Nou. El Barcelona aumenta su ventaja sobre el Real Madrid tras esta victoria y el empate en el derbi madrileño. Los de Guardiola se colocan a seis puntos de su principal perseguidor y en el Camp Nou se recupera el optimismo. El Athletic, ya en la final de Copa y virtualmente clasificado para la Europe League (actual Copa de la UEFA) del próximo año, deberá centrarse en conseguir cuanto antes la permanencia.
