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liga adelante | rayo 1 - girona 1

El Girona araña un punto en Vallecas

La baja de Llorens y Aganzo, que no pasó la última prueba ante del encuentro, hizo que Pepe Mel se inventara un nuevo lateral para la banda izquierda, Manolo, y pensó en darle minutos a Perera ante su inactividad en la actual temporada. Y su falta de juego se notó.

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<strong>FRENAZO DEL RAYO.</strong> El Rayo no pudo en casa con el Girona.
FRENAZO DEL RAYO. El Rayo no pudo en casa con el Girona.

El Girona sacó un punto de Vallecas a un Rayo que hoy tardó toda una mitad en jugar el fútbol que suele y puntuó gracias al arrojo de los últimos minutos y a un gol de Pachón en el 85, tras rematar un balón suelto en el área tras gran jugada de Collantes, con lo que sueño de Primera sigue en pie.

La desidia y la falta de ambición ante un rival de la zona media-baja pasó factura hoy al Rayo Vallecano ante su público, con unas gradas con una ocupación por encima de la media gracias a la iniciativa emprendida por el club, que entregó una entrada para mujer a cada uno de los socios abonados, para celebrar el día de la mujer trabajadora. El Girona se encontró con un equipo muy comedido y confiado que pensó que los puntos eran suyos desde antes del comienzo del encuentro. Así, tras unos primeros minutos de estudio del rival poco a poco comenzó a crecerse, y a creer en sus posibilidades.

La baja de Llorens y Aganzo, que no pasó la última prueba ante del encuentro, hizo que Pepe Mel se inventara un nuevo lateral para la banda izquierda, Manolo, y pensó en darle minutos a Perera ante su inactividad en la actual temporada. Y su falta de juego se notó.

Los locales se la jugaron con una defensa adelanta, buscando presionar, y que hacía que Souza cayera en el fuera de juego siempre, pero el empuje visitante obligó a recular. El Rayo buscó colgar balones a Pachón y Perera, sin acierto, mientras que el Girona se animaba a lanzar a puerta, aunque desde lejos.

Y tanto jugó con fuego el Rayo que terminó por quemarse. Un balón sin apenas peligro en la zaga local, Souza pugnó con Tena, con más fe que esperanzas, la robó, quedó delante de Cobeño, y con una frialdad pasmosa, batió al meta por lo bajo.

Tuvo que verse abajo para despertar, pero con poco efecto, y no se llevó otro antes del descanso por suerte, tras Dorca mandar al palo un balón tras saque de equina. No fue hasta la segunda parte, con los cambios ofensivos, cuando el Rayo recobró el carácter mostrado durante toda la temporada. Mel tuvo que agotar los cambios y sacar todo su arsenal para despertar y volver a optar al gol.

El segundo tiempo fue de claro dominio local, con un Girona agazapado atrás y defendiendo su tanto a favor, pero el Rayo tiene mucha pólvora arriba y tuvo que ser Pachón el que, tras internada de Collantes en el área, rematara un balón que había quedado suelto.

El Rayo lo intentó hasta el pitido final, pero terminó pagando la desidia inicial, en la que prefirió el adorno a la eficacia, y dejó en mera anécdota el fallo de Salva que supuso el tanto visitante. Un equipo que opta al ascenso no puede confiarse y ha de buscar los puntos en casa desde el primer minuto.