Caparrós apostará por los mismos del Pizjuán

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Caparrós apostará por los mismos del Pizjuán

Caparrós apostará por los mismos del Pizjuán

Busca la final copera con el bloque de la racha iniciada en diciembre

Ahora sí que ya no hay nada que ocultar. Los secretos, los experimentos, las rotaciones o las sorpresas no tienen razón de ser, y lo sucedido en el reciente encuentro liguero con el Sevilla no viene sino a confirmar cuál es el plan de Joaquín Caparrós para la cita del miércoles: pondrá en liza la que considera es en la actualidad su alineación ideal.

El Athletic afronta el partido de la temporada, el que le daría la opción de pelear por un título y de paso le permitiría participar en competición europea la próxima temporada, pasase lo que pasase en la final y siempre que el pronóstico se cumpla en la otra semifinal entre Mallorca y Barcelona.

Frente a un Sevilla que no presentará demasiadas novedades respecto al que acaba de salir triunfador de San Mamés, los rojiblancos volverán a formar con el bloque que prácticamente se mantiene intocable, con muy ligeras variaciones, desde que iniciará su formidable racha de resultados en Liga y Copa, allá por el mes de diciembre.

Fue en El Sardinero, el 7 de diciembre, donde Caparrós empleó por vez primera el once que tiene todos los boletos para comenzar el partido de vuelta de semifinal. Un once que volvió a jugar precisamente con motivo de la ida en el Sánchez Pizjuán, el 4 de febrero.

Iraizoz; Iraola, Aitor Ocio, Amorebieta, Koikili; David López, Orbaiz, Javi Martínez, Yeste; Vélez, Llorente. Ellos son los elegidos para el gran día., de no mediar alguna desgracia en las horas previas.

Unicamente Amorebieta y Ion Vélez (este fue relevado recién cumplida la hora de partido) jugaron el pasado sábado ante el conjunto hispalense. El resto, de los que sólo Iraizoz e Iraola tuvieron plaza en la convocatoria, fue reservado a fin de que esté lo más fresco posible y pueda así corresponder con el pase a la final de Valencia a la enorme ilusión que ha arraigado en una afición que llenará La Catedral hasta los topes.

Asegurar. Caparrós no ha querido correr el más mínimo riesgo. Lo dejó bien claro con su última alineación, repartiendo minutos incluso entre futbolistas que han permanecido inéditos o casi desde el verano, casos de Muñoz, Armando, Iturraspe o Iñigo. Desea disponer de los que él estima son los mejores, de todos ellos, para tratar de superar a un Sevilla que partirá con cierta ventaja gracias al 2-1 registrado un mes atrás en campo andaluz.

Salvo el pasado sábado y cuando se visitó al Almería, puede decirse que el Athletic juega con los mismos: un grupo de unos catorce jugadores, donde hay nueve que si salen del once es porque tienen algún problema físico o tarjetas.

Así, desde el citado encuentro con el Racing, Iraizoz, Iraola, Ocio, Amorebieta, Koikili, Orbaiz, Javi Martínez, Vélez y Llorente, han intervenido sin respiro en Liga y en Copa. Las otras dos demarcaciones se las han repartido entre Susaeta, David López, Fran Yeste y Gabilondo.

Estos son los titulares, quienes han monopolizado las oportunidades en quince de los diecisiete partidos que el Athletic ha disputado en diciembre, enero y febrero. Etxeita, Ustaritz, Balenziaga y Toquero han ejercido de complemento, para tapar huecos o salir del banquillo, con cierta asiduidad.

De ahí que estuviese cantada, con un margen de error mínimo, la alineación rojiblanca de pasado mañana.

Tendencia. A estas alturas del curso y visto lo visto, pensar en fórmulas distintas se antojaba del todo improcedente. Caparrós se pasó casi toda la primera mitad de la temporada ensayando otras cosas, pero en cuanto los marcadores le empezaron a sonreir, optó por remachar el mismo clavo e insistir en un once tipo.

Así todo el proceso desemboca en una apuesta que, a juicio del técnico, es la que más garantías ofrece para superar a un Sevilla que ha ganado los tres compromisos con el Athletic. Los de Jiménez llevan un pleno: 4-0 y 1-2 en Liga, y el 2-1 de la ida de semifinales. El Athletic irá con todo lo que tiene para invertir la tendencia.