Joan Laporta vuelve a estar en apuros. Su imagen como presidente del Barcelona se ha visto salpicada otra vez por el escándalo, esta vez relacionado con la intención de cobrar una comisión por la venta de un paquete accionarial del Mallorca. Según informó ayer El Mundo, el despacho profesional del presidente blaugrana -Laporta & Arbós Advocats Associats, SL- solicitó a Binipuntiró, la empresaria propietaria del Mallorca (y de su presidente, Vicente Grande), una comisión del siete por ciento por intermediar en la venta del club por 60 millones de euros a Zemorax. Esta empresa, con sede en Zúrich (Suiza), es propiedad del magnate uzbeko Miradil Djalalov. La operación no llegó a buen puerto porque en el momento de la negociación existía un acuerdo de exclusividad firmado con el inglés Paul Davidson, conocido como el Fontanero.

La relación de Laporta con Djalalov se hizo más estrecha en agosto pasado, cuando el presidente del Barça viajó a Tashkent, la capital de Uzbekistán, para cerrar un acuerdo con el club Bunyodkor (antes Kuruvchi). Dicho compromiso suponía que el Bunyodkor visitaría el Camp Nou para hacer una estadía de preparación en enero pasado, que incluía un partido amistoso contra la plantilla de Pep Guardiola. Además, mediante ese pacto, por el que el Barça se embolsa cinco millones de euros, el club uzbeko se asegura la visita del equipo blaugrana para jugar un amistoso, cuando acabe la presente temporada. La amistad entre Laporta y este Roman Abramovich uzbeko llega hasta el punto de que uno de los pozos de petróleo que explota Zemorax fue bautizado con el nombre del presidente culé.

Comisión.

El contacto de Laporta & Arbós con Binipuntiró se produjo en julio. Según el borrador que redactaron, esperaban de Binipuntiró,  "en pago de sus servicios () una cantidad equivalente al siete por ciento del precio que los compradores paguen", lo que ascendía a 4,2 millones de euros. En otro punto se estipulaba que "si no hubiere precio en dinero o si además de éste hubiere otro tipo de contraprestaciones, el pago que percibirán ustedes será de un siete por ciento del valor de mercado en el momento de la firma de todos los activos intercambiados".

Tanto el Barcelona como el bufete de Laporta y su socio Xavier Arbós declinaron ayer hacer cualquier de declaración respecto de este asunto.

En Mallorca dicen que no afecta al club y no tienen nada que ver

La noticia de la vinculación entre Joan Laporta y Vicente Grande con la intermediación del presidente azulgrana en un intento de venta de la entidad balear a una empresa uzbeka sorprendió ayer al entorno mallorquinista. Y uno de los consejeros y accionistas del club balear, José Miguel García, en su día con Grande y actualmente con Mateo Alemany fue de los que ayer manifestó su sorpresa. En declaraciones a Radio Mallorca, García dijo que se quedó "sorprendido al conocer la noticia" aunque añadió que "al tratarse de una negociación entre Binipuntiró, S.L. (tenedora en su día de las acciones del club) y un despacho profesional como el del señor Laporta, esto es algo que no nos afecta y en lo que no tenemos nada que ver, era algo particular, si a alguien debe afectar es a los particulares, pero de ninguna manera ni al club ni a la entidad".