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Liga BBVA | Atlético

Abel choca en la misma piedra que Aguirre

En el primer partido que ha tenido a su disposición a los cuatro jugones y los ha puesto en el equipo, el nuevo entrenador rojiblanco se ha encontrado con los mismos problemas que su predecesor. El centro del campo se debilita y queda en inferioridad numérica ante el rival.

Enrique Ortego
Actualizado a
Una prueba gráfica del equipo cuando el medio campo se suele quedar en inferioridad numérica ante los rivales
helios de la rubia

Aunque su ambicioso nivel de exigencia le conduce a decir públicamente que el equipo tiene que cambiar muchas cosas para mejorar y algunas de ellas ya son evidentes (el adelantamiento de las líneas, la presión y un equipo más compacto), Abel tiene un gran problema localizado y es el mismo que ya tenía Javier Aguirre. La asignatura táctica pendiente del responsable del banquillo rojiblanco, más allá de quién sea, es hacer cohabitar en un mismo once a los cuatro jugones del equipo. Al mexicano le dio muchos quebraderos de cabeza poner al cuarteto Maxi-Forlán-Kun-Simao y su sustituto, en la primera ocasión que ha podido contar con los cuatro y los ha alineado juntos, ya se ha dado cuenta de que el equipo se desequilibra y se parte en dos mitades.

No son medios.

En Huelva, en su debut, ante la ausencia de Maxi por sanción y de Simao por lesión, Abel apostó por Sinama en la derecha y colocó a un lateral, Antonio López, por la izquierda, por delante de Pernía. El apoyo de éste a los dos medios centro (Assunçao y Raúl García) fue constante, hasta el punto de que el dibujo en muchos momentos del partido parecía más un 4-3-3 que un 4-4-2. Recuperados Maxi y Simao, Abel apostó por ellos ante el Getafe y, a pesar de que no salió bien la experiencia, está convencido de que pueden convivir en un mismo once si se implican y mentalizan suficientemente.

De momento es evidente que por mucho que lo intentan ninguno de los dos tiene alma de centrocampista. No son medios puros. Intentaron cerrar espacios, trabajar en la presión, pero en la segunda parte terminaron tirando la toalla. Lo peor para el equipo es que tampoco ejercieron de extremos por su banda, porque rara vez entraron por los costados.

Equipo partido: Los cuatro arriba

Una prueba gráfica de que el equipo, cuando está en el campo el cuarteto en cuestión, se rompe a menudo en dos mitades ya que los cuatro actúan como delanteros. El medio campo se suele quedar en inferioridad numérica ante los rivales que, normalmente, juegan con tres y cuatro centrocampistas naturales.

A balón parado: Zona pura

En las acciones de estrategia en contra, el equipo defiende en zona. Abel dispone que un hombre se coloque siempre en el poste más cercano al lanzamiento, pero no en el segundo palo. Otro jugador se pone a la corta y otro, como mínimo, en el centro del área chica. Ante el Getafe, en algún córner nadie se puso en el primer poste.

Bloque compacto: Achique y presión

Es el concepto que mejor ha asimilado el equipo en los diez días de trabajo con el nuevo entrenador. Las líneas ya se mueven más juntas y el equipo se repliega y despliega en bloque. Es más compacto. En esta foto se puede observar la presión y la posición adelantada de los cuatros hombres de la zaga.