Es curioso el efecto que un fallo puntual puede provocar en el ánimo de un equipo. El Nàstic empezó ayer dominando al Celta con un juego vivo y hasta vistoso. No era una avalancha, pero casi. A los siete minutos, José Mari se quedó solo ante Notario, pero el andaluz no resolvió bien. Lo más fácil en esa jugada era también lo más difícil: hacer un globo. Y siete minutos más tarde el propio José Mari provocó un penalti de libro. Se encargó del mismo el que hasta entonces era el hombre más enrachado del equipo, Campano, y cosa rara en él, falló. No porque lo tirara mal, sino porque Notario le adivinó las intenciones. Campano se sorprendió tanto de su fallo que no llegó a tiempo a un rechace que fue en su dirección.

Ese fallo puntual provocó eso, un desconcierto total en el Nàstic que el Celta no supo aprovechar para abrir el marcador, pero sí para imponer su ritmo a un partido que fue sufriendo un progresivo endurecimiento. Felip asustó a la grada cuando dribló a Dinei en el interior del área, y Abalo se inventó un derechazo antes del descanso que a punto estuvo de colarse a la izquierda del meta del Nàstic. La resolución (o no) quedaba para la segunda mitad. Salió bien el Celta, que tuvo dos ocasiones: la primera la desbarató Cherfa, y la segunda, Felip. A todo eso la grada la tomó injustamente con Arpón, a quien silbó y trató como si fuera un jugador del equipo rival.

Al rojo vivo. Así se puso el partido. Rosada quiso tirar desde fuera del área, le salió un pase sin querer y David adelantó al Celta. A falta de diez minutos para el final Dani Tortolero se alzó por encima de todos para conectar un cabezazo que supuso el empate tarraconense.

Los últimos minutos fueron de infarto, con el Nàstic volcado y el Celta agazapado a la espera de una contra que le permitiera uno de esos triunfos sobre la bocina. Pero el marcador no se volvió a mover y al final registró un empate que sirve de bastante poco a unos y a otros.

Ferrando: "Estoy satisfecho con el equipo"

"El equipo fue a mejor durante la primera parte. Nos faltó un pelín de suerte. El equipo trabajó duro. Nos pusimos por detrás en el marcador injustamente, pero no nos rendimos. Estoy contento. Los puntos siempre sirven, todo lo que sea puntuar es bueno. Cuando no se gana lo mejor es empatar. Cogimos nuestra identidad durante 25 minutos y el próximo partido el objetivo será jugar más tiempo con nuestra identidad. Enfrente teníamos un gran equipo como el Celta, que hizo su partido. Estoy muy satisfecho con el trabajo de todo el equipo".

Murcia: "Un empate aquí no es mal resultado"

"El rival, el Nàstic, es uno de los equipos fuertes de la categoría. El punto es bueno. El 0-1 nos dio alas y tuvimos una ocasión para cerrar el partido, pero el resultado es bueno. Quedan muchas jornadas para mirar hacia arriba. La expulsión que sufrimos influyó al final, pero el árbitro lo vio así. Hay que respetarlo. Al final jugaron muchos balones por arriba y nos complicaron mucho la cosa, de hecho su gol vino así. El encuentro me recordó al día de Girona. Fue una lástima no poder controlar el asunto con el 0-1, pero insisto que el resultado es bueno".