El Campeonato Nacional de Liga cumple hoy 80 años en plena epopeya del Barcelona por batir un montón de los récords acumulados a los largo de ocho décadas. Todos los datos del brillante equipo azulgrana toman sentido al compararlos con aquellos otros que han hecho grande esta competición que empezó a disputarse el 10 de febrero de 1929. Ese día se disputaron cuatro partidos: Arenas-Atlético (2-3), Español-Real Unión (3-2), Real Sociedad-Athletic (1-1) y Real Madrid-Europa (5-0). Dos días después se completó la primera jornada con el Racing-Barcelona (0-2).
Ese encuentro se jugó más tarde porque el Racing se demoró en cerrar las eliminatorias que otorgaban la única plaza que quedaba libre en Primera División. Las otras nueve correspondieron a los clubes que habían sido, por entonces, campeones o finalistas de Copa en alguna ocasión. La primera edición de la Liga tuvo, por tanto, el concurso de diez equipos. Eran pocos, pero el número no fue un capricho. Los equipos grandes, cada vez con más futbolistas profesionales, aún recelaban del éxito de un torneo en pañales que tardaría años en cobrar el mismo interés que el Campeonato de España. Con el tiempo, comprendieron que aquella fórmula, ya implantada en los países más importantes de la Europa futbolística, tenía que ser la base de su crecimiento y de sus presupuestos.
Éxito.
El número de clubes participantes fue aumentando paulatinamente (ahora son veinte), al mismo ritmo que se incrementaba el interés por la competición hasta convertirse, hoy en día, en uno de los torneos más importantes que se organizan en el mundo.
Los primeros años de la Liga fueron de tanteo. El Barcelona conquistó el primer título y el Athletic dominó, en conjunto, hasta el estallido de la Guerra Civil. En los tristes años 40 se vivieron los torneos más emocionantes de la historia (reparto de títulos entre varios clubes y vuelcos sorprendentes en la clasificación). Con la afición enganchada, llegó el momento, en los años 50, de construir grandes estadios y de importar jugadores y técnicos para saciar el creciente interés que demandaba la sociedad a través de los medios de información.
Desde entonces no han parado de surgir argumentos para hablar y discutir por un torneo que levanta pasiones. El Barcelona de Kubala, el Madrid de Di Stéfano, los cinco títulos seguidos al empezar los años 60 de Miguel Muñoz (con el que ahora quiere competir Guardiola), los fichajes de Cruyff y Maradona, el dominio vasco de los primeros años 80, la Quinta del Buitre, el Dream Team, el doblete del Atlético, el milagro del Deportivo, el Valencia de Benítez que hizo frente a los Galácticos, la unión de Ronaldinho y Etoo, la aparición de Messi, los récords de Raúl... Y esto no para. El próximo sábado empieza la 2.443ª jornada.
Di Stéfano cambió la historia
El polémico fichaje de Di Stéfano (reclamado por Madrid y Barcelona) cambió la historia de la Liga a partir de 1953. El Madrid sólo había ganado dos títulos y hacía 20 años que buscaba su tercera corona. La llegada del crack argentino y la inauguración del nuevo estadio de Chamartín (1947) convirtieron al club del visionario Santiago Bernabéu en la nueva fuerza dominante en la Liga española. El Madrid se hizo tan grande que pudo competir y vencer a los principales equipos del continente en la naciente Copa de Europa. Y aún mantiene su hegemonía.
