Con Gerrard o sin Gerrard, el Liverpool se agarra a Torres para mantenerse vivo en la lucha por la Premier. El domingo marcó, también al final, los dos tantos de la victoria ante el Chelsea. Ayer anotó el del triunfo, ya en la prolongación, de un cabezazo que por su potencia hubieran firmado Zarra o Santillana. No fue titular Fernando, a pesar de que tampoco estaba el capitán. Benítez sabe que ahora es más importante y necesario que nunca y le raciona los esfuerzos, aunque mucho me temo que al jugador no le gustó no salir ayer desde el principio por la cara que tenía durante los muchos minutos que estuvo calentando en la banda.

Volvió a sufrir mucho el Liverpool para ganar, aunque su remontada final, ya con Kuyt, Alonso y Torres en el equipo, tiene su mérito. Fue la reacción de un equipo que cree en sí mismo pero que se había complicado de mala manera por pensar que era tan superior que iba a terminar ganando por inercia. Benítez, sin modificar su experimento de los tres centrales con los que empezó y acabó, fue dando la vuelta al equipo hasta encontrar los hombres justos para llegar a la angustiosa victoria.

Muchos cambios y tres centrales

Benítez modificó radicalmente el once en relación al miércoles. A pesar de la trascendencia del partido prefirió dar descanso a cuatro titulares tras el agotador partido contra el Everton, prórroga incluida. Con Gerrard lesionado, sentó a Torres, Alonso, Kuyt y Riera. Los tres primeros entraron después y resultaron decisivos para la remontada. Los cambios de Rafa fueron más allá y también modificó el sistema de juego. Bien pensando en el Bernabéu o ante la presencia del gigantón Crouch, al que bien conoce, decidió jugar con tres centrales, adelantó a los dos laterales al medio campo, convirtió a Fabio Aurelio en medio centro por delante de Mascherano. Arriba, por detrás de N'gog, jugaron Benayoun y Babel.