Higuaín deshace el nudo

Liga BBVA | Real Madrid 1 - Racing 0

Higuaín deshace el nudo

Higuaín deshace el nudo

REUTERS

Séptima victoria consecutiva del Real Madrid, que volvió a ganar por la mínima y a ofrecer un juego deprimente. Higuaín logró el tanto de la victoria y el francés Faubert debutó en el segundo tiempo. Casillas igualó a Buyo como el portero con más partidos jugados en la historia del Madrid.

La distancia entre el aplauso y los pitos, entre la alegría y la angustia es insignificante en el fútbol. Un pequeño detalle, una acción aislada, una individualidad es lo que salva al Real Madrid del vacío al que le conduce su juego. La existencia de este Madrid se mide por pequeños detalles que disimulan sus deficiencias, esas arrugas que definen su rostro. Esta vez fue un balón prolongado de cabeza por Raúl, que llegó hasta Higuaín. Recortó a Navas, al que sacó del campo con su amago, y batió a Toño, que se equivocó al quedarse clavado bajo el larguero. Era una acción intrascendente, que terminó convertida en gol por la habilidad del delantero argentino y transformó el encuentro.

Hasta entonces el Madrid había sido incapaz de resolver los problemas a los que se enfrentó, se mostró plano en ataque, sin alternativas para deshacer el sistema defensivo del Racing, que se sentía cómodo en su papel. El madridismo pasó toda la semana pendiente de la salud de Robben, atacado por una gripe, pero apenas se reparó en la ausencia del sancionado Gago. Tener el balón, una mayor posesión, no sirve de nada si no sabes qué hacer con él. Sin el mediocentro argentino el Madrid se quedó sin el faro que pone algo de luz en su juego, sin el referente principal en la zona media, sin ese hombre que facilita las transiciones entre la defensa y el ataque con su gran inteligencia táctica.

Lass apareció como único pivote, con Sneijder y Van der Vaart por delante de él con la misión de crear juego. El francés cumplió con nota alta, pero los holandeses están tan fuera de forma que su presencia no aporta mayor beneficio que tener sobre el campo el mismo número de efectivos que el rival. Lo mejor que hizo Van der Vaart fue fallar un mano a mano ante Toño en la primera parte. Y en la presencia de Sneijder reparamos cerca del minuto 70, cuando mereció la expulsión por un pisotón a Luccin. Hasta entonces, Sneijder había sido lo más parecido al hombre invisible. Los dos terminaron sustituidos, Sneijder por Javi García y Van der Vaart por Marcelo, que volvió a actuar como interior izquierdo.

El Racing se defendía con orden, presionando arriba., lo que obligaba a los centrales y a Lass a iniciar el juego. Estos problemas en la creación convirtieron el contragolpe en el principal argumento ofensivo del Madrid. Una propuesta pobre a la que no está acostumbrada el Bernabéu, que apenas pudo disfrutar de un cuarto de hora de tranquilidad, los que siguieron al gol de Higuaín. Lo que sucedió antes y después fue una película de miedo. Ahora, el momento más divertido para los aficionados que acuden al Bernabéu se produce cuando el árbitro pita el final del partido y miran el resultado en el marcador. 1-0, tres puntos más y un encuentro menos para que se acabe la Liga. Son ya siete victorias consecutivas y eso es lo mejor que se puede decir de este conjunto, que con Juande es mucho más seguro y contundente en defensa, pero también mucho más aburrido.

Conseguida la ventaja en el marcador, el Madrid buscó la sentencia, pero al ser incapaz de conseguirla no dudó en dar un pasó atrás, fortalecer el centro del campo y ceder la iniciativa al Racing, que si no empató fue por la falta de puntería de Zigic y compañía. El Madrid acabó encerrado en su campo, mirando con angustia el lento avance de los minutos y sufriendo con cada ataque del Racing. Pepe y Cannavaro no tuvieron un momento de descanso y se vieron exigidos al máximo por Zigic, que llegó a reclamar un posible penalti.

Con la salida al campo de Javi García, el Madrid recompuso su dibujo con dos pivotes, y con la entrada de Marcelo como interior Juande decidió ocupar todos los espacios para impedir de la mejor forma posible que el Racing entrara por las bandas. Y es que antes, el técnico madridista había protegido la banda derecha con el debutante Faubert. Sustituyó a Robben, al que no gustó nada el cambio. La fantasía dejó paso al músculo. Apenas aportó nada el francés a su equipo.