Daniel Alves habló ayer por teléfono con Toni Moral para disculparse por la dura entrada que le hizo en el partido del domingo en el Sardinero. "No le quise hacer daño. Él ha visto por televisión la jugada y la interpreta de la misma forma. Mi intención es despejar el balón y con la inercia, pues le golpeo la pierna. La verdad es que la entrada es asustante, pero afortunadamente no le hecho ningún daño", dijo ayer el brasileño en Radiogaceta de RNE.

El árbitro no pitó ni falta en esta acción, pero enseñó una amarilla a Alves por simular un penalti. Los servicios jurídicos del Barça van a recurrir esta tarjeta, que es la quinta del ciclo del lateral brasileño y que acarrea sanción de un partido.