La Liga volvía a San Mamés con la resaca copera de fondo. Athletic y Málaga, dos equipos en racha, se medían en busca de tres puntos que les permitieran seguir mirando hacia la parte alta de la clasificación y los puestos europeos. Caparrós, contra todo pronóstico, se olvidó de las rotaciones y apostó por su once de gala,a excepción del lesionado Aitor Ocio, a pesar de la visita al Sánchez Pizjuán del próximo miércoles. Los andaluces buscaban sumar una nueva victoria y seguir soñando con viajar por Europa la próxima temporada. Eliseu, sancionado, era baja en el conjunto de Tapia.

Tal y como ocurrió en el partido de vuelta de la Copa en Gijón, un fallo de concentración del Athletic provocó que el partido se le pusiese en contra a los de Caparrós. Un desviado disparo de Apoño desde fuera del área llegó a Luque que, libre de marca, anotó el primer tanto del partido a puerta vacía en el minuto tres de partido. Otra vez tocaba remontada, y eso lo sabía bien la grada de San Mamés, lo más parecido a una olla a presión. Tan sólo dos minutos después, una buena jugada individual de Ion Vélez pudo significar el empate, pero Goitia, muy atento, desbarató la ocasión.

Al borde del cuarto de hora de partido llegó una nueva ocasión de peligro para el Athletic. Un fallo en la salida por alto de Goitia permitió a LLorente rematar a puerta vacía, pero el delantero bilbaino remató por encima del larguero de la meta andaluza. El dominio era total y absoluto para los locales, más aún tras el gol malagueño, que hizo que el equipo visitante replegase sus líneas y se centrara más en no recibir un gol que en sentenciar el encuentro. Un remate de cabeza de Javi Martínez desde el área pequeña tras un saque de falta de Yeste, estuvo de nuevo cerca de hacer la igualada.

El fútbol directo de los leones fue encerrando cada vez más en su campo al rival, que lanzaba contras cargadas de peligro y que podían aumentar la ventaja de los de Tapia en cualquier momento. Emoción, lucha, concentración y sacrificio eran las notas dominantes sobre el césped. No había tiempo para tomarse un respiro. La llegada del segundo tanto era cuestión de tiempo. A falta de diez minutos para el descanso los locales lanzaron un contragolpe ejecutado a la perfección que condujo Llorente y que colocó Fran Yeste en la red de Goitia con un disparo que desbordó calidad y clase por los cuatro costados.

La primera mitad acabó con un ritmo de juego impresionante. Ambos equipos lo daban todo sobre el terreno de juego en busca de un gol que les permitiese irse con ventaja a los vestuarios. Duda estuvo a punto de conseguirlo para los malagueños y Yeste para los bilbainos, pero a ambos les faltó algo de suerte para culminar la jugada.

San Mamés, el jugador número doce

Con Toquero en lugar de Ion Vélez, el Athletic salió enchufado tras el descanso e intentó pegar el primer puñetazo del segundo acto a su rival, pero el disparo de Javi Martínez desde la frontal del área lo detuvo sin problemas Goitia. Mientras tanto, el Málaga se mostraba frío y temoroso ante el rugido de San Mamés y el ritmo eléctrico de sus rivales. El equipo andaluz despertó a los quince minutos con dos ocasiones consecutivas que pudieron ponerle por delante en el marcador.

El equipo visitante acabó de despertar con un balón colgado de Duda que remató Lolo para hacer el segundo ante la falta de efectividad de los zagueros rojiblancos. La reacción de Caparrós no se hizo esperar e introdujo a Susaeta y Gabilondo en lugar de David López y Javi Martínez, desplazando a Yeste al centro. Gabilondo rozó el empate en el primer balón que tocó, pero su remate de cabeza se fue rozando el larguero. Tuvo que ser Llorente el que enganchara al Athletic de nuevo al partido con un misil lanzado desde la frontal del área que Goitia todavía anda buscando y que se coló por la mismísima escuadra.

Quedaban quince minutos por delante y el Athletic comenzaba a dar señales de cansancio que la grada se encargaba de compensar con su aliento. El Málaga era consciente de ello y comenzó a acercarse al área de Iraizoz con ocasiones de peligro. Los jugadores del Athletic llevados en volandas por sus seguidores no renunciaban a nada. A falta de diez minutos apareció Iraola para lanzar un derechazo que besó el palo derecho de Goitia.

Muy cerca del pitido final, Toquero comenzó a demostrar la razón por la que fue repescado en el mercado invernal. El delantero rojiblanco, con un guante en su pierna derecha, puso el esférico en la cabeza de Susaeta para que el canterano de Lezama lograse el tercer gol de su equipo y tres puntos muy importantes para la moral del equipo.

Nueva remontada de los de Caparrós, que siguen mirando hacia arriba y alejan definitivamente los fantasmas de las últimas temporadas. El Málaga desperdició una ocasión única para dormir en puestos europeos.