¡Faltó un pelo perico!

Copa del Rey | Barcelona 3 - Espanyol 2

¡Faltó un pelo perico!

¡Faltó un pelo perico!

enric fontcuberta/RODOLFO MOLINA

Coro y Callejón pusieron al Camp Nou de los nervios

Faltó un pelo. Un golpe de fortuna. 'Un nada', que diría Cruyff. Faltó el canto de un duro para que la versión B del Espanyol protagonizara el golpe del año eliminando al Barça en el Camp Nou. Faltó un gol. ¡Hubiese sido la monda y estuvo cerca!

Hubo que ver a ese Guardiola desencajado buscando su fondo de armario con el amenazante 3-2 en el marcador. Iniesta al campo. Y luego Etoo. Por un momento temimos que mandaran llamar a Ronaldinho. Hubo que oír el silencio del Camp Nou, que pasó de gritar el "¡a Segunda, a Segunda!" al eterno rival a pedir la hora. Es la magia de la Copa y del derbi, que acaba acortando distancias, tan siderales como son ahora entre Barça y Espanyol. Si cuando Piqué marcó el 3-0 nos dicen que la cosa iba a acabar como acabó nos hubiera parecido ciencia ficción, una locura. Pero no. Dos zarpazos de Coro y Callejón metieron al Espanyol y su orgullo infinito en una eliminatoria que la mayoría daba por perdida desde el sorteo. Y no. No se produjo el milagro porque San Perico no estaba ayer de guardia.

El partido empezó muy lejos del guión esperado pese a que Pep puso un bueno por línea y Pochettino un equipo de suplentes. El Espanyol supo frenar a su rival con Sergio Sánchez por delante de su defensa y mucho más: cuando tuvo la pelota la jugó bien y mirando hacia Pinto. La primera jugada interesante se vivió en el área azulgrana: Coro recortó a Piqué y éste le derribó. Lo justito. Nada aparatoso. Pero le derribó. Fue penalti. No se pitó. Hleb pidió otro un poco antes ante Finnan. Ahí no lo hubo. Se le fue la pelota al bielorruso y luego cayó en lucha con el británico. Megía no se atrevió a darle al Espanyol la oportunidad de ponerse por delante. Al Barça se la dio Cristian, al no blocar un tiro de Sylvinho. Bojan aprovechó su rechace corto y malo. Faltaban menos de diez minutos para el descanso. Ya habíamos comprobado que no era la noche del Barça. Se movió a impulsos de sus individualidades, imponente Alves. Pero no como equipo.

De vuelta al campo llegó el 2-0, también de Bojan en otro regalo del portero y zaga españolistas. Al rato llegó el 3-0. ¡A Segunda, a Segunda! El Camp Nou olió la goleada; sí es verdad que llegaron más goles, pero fueron blanquiazules. Primero Coro. Luego el golazo de la noche, de Callejón: ¡ay si hubiese salido de titular!

El vuelco fue tremendo y el final, lo inesperado: el Barça, más atento a controlar que a atacar: ¡oooh! Guardiola haciendo cambios y el Espanyol buscando el golpetazo que le diera la clasificación. Megía expulsó a Jarque por cometer falta tras haber parado el juego... Faltó un pelo, un golpe de fortuna, 'un nada'. Los pericos cayeron con la cabeza alta; el Barça recordó que es humano. ¡Fue la monda!