De Lucas alarga la locura grana

Liga Adelante | Murcia 1 - Córdoba 0

De Lucas alarga la locura grana

De Lucas alarga la locura grana

El catalán volvió a ser decisivo cuando el partido se iba al empate. El apoyo de la afición, fundamental. Los de Campos sufrieron. El ascenso, a 6 puntos

La locura continuará instalada, como mínimo, siete días más, en la Nueva Condomina. Un campo que se ha convertido en estas últimas semanas en una fabrica de sueños, una caja mágica en la que siempre acaba saliendo de la chistera un conejo, bueno un gol, al que agarrarse, con el que prolongar la fiesta del imposible: la de la pelea por un ascenso que está ahora, y en espera de lo que depare el resto de la jornada, a seis puntitos. ¡Pedazo de remontada!

La tarde, la quinta consecutiva fue, de entrada, un ejercicio de fe de toda la afición. Ejemplar. Espectacular su forma de aguantar al equipo, su cariño y apoyo en los muchos minutos de atasco que tuvo el equipo. Fue como esas tardes de toros en las que la ausencia de espectáculo se suple, y con creces, con riesgo, con emoción a granel. Después de muchos minutos de espera, por momentos de cierta impotencia al ver como el Córdoba lo tenía todo bajo control gracias a un extraordinario sistema defensivo, emergió De Lucas, igual que en Salamanca, para, con toda la frialdad del mundo, sortear la salida atolondrada de Navas, empujar la pelota a la red, desatar la locura colectiva entre el pueblo grana y prolongar la carrera loca por el ascenso. Era el momento por el que más de quince mil personas se habían acercado al campo desafiando el día de perros, el día de ventisca y después de mucho sufrimiento, ese lance se dio.

Un gol y tres puntos que hacen de este Murcia un equipo casi inmortal. Una escuadra, además, tocada, por una fortuna que antes era esquiva y que ahora viste la grana. Un Murcia que sí fue capaz de asegurar el botín de los tres puntos ante el Córdoba en una mala tarde, en una jornada en la que el equipo notó el aluvión de partidos, en la que el fútbol no fue bueno, en la que hubo pocas oportunidades... Si aún así los puntos se quedaron en casa hay que ser, por fuerza, optimistas de cara a la segunda vuelta en la que toca descontar los dos partidos de desventaja con la que se cierra la primera rueda de un campeonato en el que, si como fuera un viaje en la montaña rusa, el Murcia ha pasado de la nada al todo.

Desde el principio ya se vio que el Córdoba (otro equipo con buena estrella, hasta el día de ayer, en este recién estrenado 2009) no iba a dar facilidades. Y ese trailer duró toda la tarde. Eslava planteó el partido defensivo que ya se preveía en las vísperas. El que seguramente también espera Campos y ante el que se estrellaron sus chicos. Con las piernas aplomadas, los grana buscaron, en vano, con cinco minutos gaseosos tumbar al rival a las primeras de cambio. Pero no hubo un puño ganador. El Córdoba aguantó y a partir de ese momento empezó a marcar el ritmo que más les convenía (y que por extensión más le perjudicaba al Murcia). Al tran tran y con un ejército en tareas defensivas, los verdiblancos llevaron al Murcia al bloqueo. Había poca continuidad en los ataques. Siempre había un jugador del Córdoba bien colocado. En esos momentos a los granas les salvó su público. Una grada que se llevó un buen susto cuando Yordi remató al palo (le pitaron falta) y que sólo gozó con un disparo de Movilla en el primer minuto, en esos instantes 'espumosos' y con un tiro con rosca de Núñez que se estrelló en la cruceta.

Angustia grana.

La segunda parte siguió los mismos derroteros. El Córdoba controlaba, cierto es que fue un poco cobarde, que no se atrevió a dar el paso al frente y el Murcia, simplemente no podía. Ningún grana estaba en su mejor tarde. Despotovic sufría sólo en punta, el equipo tendía, presa de la ansiedad, a separar líneas. Pintaba mal. Campos introdujo cambios que algo mejoraron, y sin ser determinantes, llegó el momento de gloria. El de Quique De Lucas (otro que ha pasado de castigado a castigador). Antes, el Córdoba tuvo una clara en botas de Natalio... pero estaba Elía. Una jugada que murió por inanición tras el pitido final. Tras consumarse la quinta. La que remató 'Brad Pitt De Lucas', La que se ganó una afición de Primera División.