El padre y representante de Kaká, Bosco Leite, llegará hoy a Milán para negociar con Adriano Galliani, presidente ejecutivo del club italiano, el traspaso del crack brasileño al Manchester City, el equipo propiedad de Sheikh al Mansour en el que juega su compatriota Robinho.

La operación entra en su recta final, pero puede torcerse si atendemos a las palabras de un asesor no identificado del jeque árabe en el prestigioso The Observer: "Las cifras que se han publicado son irreales; el traspaso más caro en la historia del fútbol fue el de Zidane por 75 millones de euros. Es ridículo pensar que el Manchester City vaya a pagar ahora cien millones por Kaká, además de otro medio millón semanal al jugador".

Despedida.

En medio de este río revuelto, ha aparecido de nuevo el nombre del Real Madrid, club que ya trató en su día de contratar al jugador brasileño hace dos temporadas. Según distintas fuentes, Bosco Leite sólo negociará en nombre de su hijo si enfrente tiene un interlocutor autorizado. Ni el jugador ni su padre consentirán que Kaká sea utilizado como arma electoral.

El sábado, al terminar el partido contra la Fiorentina, el público de San Siro mostró su cariño al jugador brasileño, que se despidió de la grada. Luego, Kaká se abrazó con todos sus compañeros en un gesto que la prensa italiana ha entendido casi como un adiós.

Beckham: "No todo es el dinero"

David Beckham, que la semana pasada apareció en el número 1 de los jugadores mejor pagados de Inglaterra con un patrimonio de 125 millones de euros, recomendó a Kaká seguir en el Milán "porque es uno de los mejores clubes del mundo y en la vida de un deportista no todo es cuestión de dinero. No hay un jugador en el vestuario del Milán al que le importen más los euros que las victorias. Ojalá se quede Kaká".