Encantado, señor Grant. ¿Cómo fue esto de venirse a Madrid y dar una clase magistral a los alumnos del ISDE?

Llevaba 36 años como técnico y desde agosto estoy parado. Era una buena oportunidad de hacer cosas como irme a ver los Juegos Olímpicos, o de enseñar a la gente lo que me ha enseñado a mí el fútbol. A los alumnos del ISDE les he dicho que este deporte es un negocio diferente a todos porque es un negocio sentimental, que nace de las pasiones.

¿Todavía se acuerda del penalti que Terry falló en la final de la Champions?

Aunque quisiera, no me dejan. Me hablan de él en Chile, en China, aquí en Madrid. A pesar de aquel penalti, tengo los mejores recuerdos del Chelsea y de su gente.

¿Y Mourinho? Dijo que él hubiera ganado esa Champions.

¿La ganó en tres años y medio, con el mejor presupuesto de la historia y los mejores jugadores? A Mourinho le gusta mucho hablar de todo el mundo. A mí, no.

Abramovich le renovó cuatro años y luego le echó tras aquella final. ¿Sigue manteniendo relación con el ruso?

Roman tiene defectos, como todos, pero es una buena persona y un gran empresario. Y el hombre más importante en la historia del Chelsea, al que cogió en el medio y puso arriba, con los grandes.

¿No tiene la visión crítica de que montar un equipo sólo con dinero es muy artificial? Ahí tiene ahora al City...

Si el dinero es legal, la manera me parece tan lícita como cualquier otra. El Chelsea siempre ha tenido una gran afición que se merece un equipo grande. Y ahora lo tiene.

¿Cree que, con la crisis, Abramovich seguirá invirtiendo tanto dinero?

No creo que el Chelsea necesite ahora esa inversión del principio. Ya tiene la base, ahora sólo le hacen falta retoques. Jugadores creativos, creo yo.

¿Y el Madrid, qué necesita para ganar cosas?

El Madrid ya tiene un gran equipo y, con mi amigo Juande Ramos, un entrenador de mucha categoría.

Juande, en el Tottenham...

Faltó paciencia, creo yo. Antes, la Premier era la más paciente con los técnicos. Ya no ocurre así. Espero que Juande en el Madrid tenga éxito.

¿Compitiendo contra el Barça? Messi, lo sabrá usted, está que se sale.

Messi es el sueño de cualquier entrenador, como Kaká... Mire: hace diez años se decía que jugando bien era casi imposible ganar títulos. Ahora es al revés. Necesitas buena preparación física y táctica, pero los que consiguen copas son los jugadores diferentes.

¿Prefiere a Leo, a Cristiano... o a Robben?

A Robben le tuve una semana. Arjen es talento, gana partidos. Le dije al Chelsea que no le vendieran, pero se fue al Madrid. Y entre Messi o Cristiano: si llego a un gran club, ya verán a cuál de los dos pido (risas).

Igual viene a un club de España. ¿Quiere entrenar aquí?

Tuve una oferta, pero no era del Madrid ni del Barça, no me convencía el desafío. Pero el fútbol de la Liga me encanta. Quién sabe si algún día...

Hay quien dice que usted es fan del Madrid.

Hincha no puedo considerarme, pero sin duda el Real Madrid multiplicó mi pasión por el fútbol. Fue el primer equipo que visité, en el año 77. Vine con mi novia, que hablaba español.

La última: como israelí, hijo de un superviviente del Holocausto, ¿qué le parece lo que ocurre ahora en Gaza?

No me gusta mezclar política y deporte. Sólo espero que en Israel y Gaza la gente pueda jugar pronto al fútbol en las calles. Esa sería la mejor señal.