En Son Moix jugará mañana su partido 500 de Liga con el Real Madrid. Sólo cinco futbolistas lo han logrado antes en la historia pero usted es, con 31 años, el más joven en conseguirlo.
Empecé con 17 años y ello me ha ayudado mucho. Es el momento de dar las gracias a los entrenadores que he tenido en estos catorce años y la confianza que me han dado siempre, empezando por Valdano y siguiendo ahora con Juande Ramos. A todos les debo haberme enseñado a hacerme más jugador y más persona.
En el Madrid sólo Sanchís superó ese registro mítico de 500, jugando 523...
Parece increíble estar tan cerca de él. Cuando debuté en Zaragoza, Manolo era uno de los grandes referentes para los jóvenes. Y ahora le tengo tan cerca... El fútbol tiene memoria y por eso no hay que olvidar de donde venimos. Jamás imaginé alcanzar una cifra semejante de partidos.
¿Ha perdido usted ambición con el paso del tiempo?
En absoluto. Llevo catorce años dejándome la vida por este escudo y me queda hambre y cuerda para rato. Estar toda tu vida profesional en un club como el Madrid es lo más para un futbolista. Si me lo dicen aquella noche en La Romareda no me lo habría creído.
¿Qué le ha quedado grabado en su retina después de estos 499 partidos de Liga?
Mentiría si no dijese que todavía tengo fresco el estreno en Zaragoza y aquella ocasión inicial ante Cedrún. Tampoco olvidaré mi primer gol en el Bernabéu en un derbi y, por encima de todo, los seis alirones vividos con mis compañeros. Ahora que estamos sufriendo en la clasificación la gente debe valorar lo difícil que es conquistar un título de Liga. Pues imagínese seis...
Se han escrito muchas leyendas urbanas sobre su dominio del vestuario casi desde que debutó siendo un niño.
Sólo puedo decir que estoy muy agradecido a los más de 150 compañeros que habré tenido en estos tres lustros. Futbolistas grandiosos como Fernando Redondo o Fernando Hierro me ayudaron a madurar mucho más rápido y ser hoy día el jugador que soy. Por eso los récords halagan, pero más aún el haber estado con ellos.
El Barça a 12 puntos y la Liga perdida.
Quedan veinte jornadas y sesenta puntos por disputarse. Queda mucha Liga todavía como para ser tan categórico. El Barça está jugando muy bien, pero hace dos años ya logramos remontarles contra todo pronóstico.
O sea que ve motivos para no perder la fe.
Así es. El Madrid no ha dicho su última palabra en esta Liga ni en la Champions.
Feliz partido 500.
Eso es secundario. La celebración es ganar al Mallorca...
