El frustrado fichaje de Thiago Silva ha dejado patente que el Villarreal tiene la intención de reforzarse durante la apertura del mercado de invierno. Nada novedoso dado que lo viene haciendo desde que Fernando Roig se hizo cargo de la entidad hace más de una década. Todo ello a pesar de que Pellegrini confía en su plantilla y no lo vería necesario.

El Villarreal contrató al defensa Lakabeg, al delantero danés Cristiansen y al colombiano Mafla en la temporada 97-98, consiguiendo el ascenso a Primera. En un intento por mantener la categoría, el conjunto amarillo firmó a Téllez, Lainez, Gaitán, Iordache y Sandro cuyo pobre rendimiento poco ayudó para evitar el descenso. En la 99-00, contrataron a Diego Cagna y Berruet, además de conseguir la cesión de Serban del Valencia.

La temporada siguiente llegó Palermo junto a su compañero en Boca Gustavo Barros Squelotto. Justo un año después, firmaron a Pizzi y en la 02-03, llegó Farinós y De Nigris. La conexión entre Boca y Villarreal trajo en enero del 2004 a Battaglia y al año siguiente a Sorín y Figueroa. A los 12 meses, Lucho sería suplido por el Guille Franco al tiempo que se fichaba a Josemi del Liverpool. Hace dos temporadas, llegaron Tomasson y Matías Fernandez. Por último, el curso pasado el uruguayo Sebastián Eguren ocuparía la vacante dejada por el francés Mavuba y contribuyó a la consecución del subcampeonato por parte del Villarreal.

Un total de 22 futbolistas

En total, desde que Fernando Roig es presidente del Villarreal han sido 22 los futbolistas que se han vestido de amarillo a mitad de temporada con suerte muy dispar. Algunos fueron fiascos como Barros Squelotto, De Nigris o Josemi, mientras que otros como Cagna, Sorín o Eguren aportaron un salto de calidad.